Neo 3 es un encuentro literario atípico, creado por Eloy Fernández Porta con el propósito de crear unos espacios de debate a partir de la literatura, para después expandirse hacia otras disciplinas. En la edición de este año, celebrada los días 9, 10, y 11 de octubre en el Espai 4 del Palau de la Virreina, destacan los dedicados a resaltar el nexo de unión entre literatura y música, y la influencia de la droga en el proceso de escritura.
Viernes 9. Letra+Música. ¿Es la letra de canción un género literario propio? Según Silvia Grijalba, autora del libro Palabra de Rock, y Manolo Martínez cantante del grupo Astrud, la letra de una canción es un género independiente, ya que no puede leerse sin música, como la poesía.
En los inicios del pop y del rock muchos grupos le daban más importancia a la música, dejando las letras en un segundo término, como algo accesorio. Sin embargo, como afirma Pere Guixà, años más tarde aparecieron bandas como Joy Division o The Smiths, que han hecho más por la literatura que muchos escritores.
Joy Division narraron la desesperación sentimental, la belleza de la muerte, la impotencia ante un mundo sin respuestas, en una obra desoladora y dura. Para ellos la palabra siempre tuvo mucha importancia, tanto a nivel de contenido como de provocación. El nombre de la banda hace referencia a los pabellones de prostitutas de los campos de concentración nazis que aparecen en la novela The House of Dolls de Koral Cetinsky. Además, Ian Curtis, cantante y compositor del grupo, nombraba entre sus influencias literarias a Franz Kafka, J.G. Ballard y Joseph Conrad, cuyo relato “En el corazón de las tinieblas” sirvió de inspiración a Curtis para hacer la canción Colony.
Años más tarde, en la época del postpunk, el panorama musical británico, con excepción de algunas bandas excepcionales (como Depeche Mode o The Cure), estaba nutrido por variadas bandas de intrascendentales textos, recargados de sintetizadores. En este escenario surgen The Smiths, un grupo apoyado en la guitarra de Jhonny Marr y las letras, la voz y personalidad de Morrissey, un enigmático poeta anclado en la angustia existencial, rebelde contra su entorno sociocultural, mítómano, sensible e intimista, que se convirtió en símbolo de toda una generación de jóvenes descorazonados y contrariados. Sus influencias literarias son Oscar Wilde, Yeats, Keats o Shalag Delawey. La temática de las letras de Morrissey son muy variadas, y van desde las críticas políticas, como The Queen is Dead (canción antimonárquica) y Margaret on the Guillotine (en la que instaba a matar a la exprimera dama Margaret Thatcher), a otros como Hang the Dj (alegato contra la música disco), o canciones de amor inmortales como There´s a light that never goes out.
Respecto a la letra en castellano, todos los componentes de la mesa están de acuerdo en que las letras de la tradición musical española han sido siempre muy flojas, y que la situación empezó a cambiar con la aparición de Los Planetas. A principios de los 90, con la aparición y el auge de la escena independiente, la mayoría de los grupos que aparecen en España, optan por cantar en inglés, para diferenciarse de los grupos mediocres que repiten sin cesar las radiofórmulas, y por influencia de sus grupos favoritos, de tradición anglosajona. Los Planetas, desde el principio, se convierten en un referente, hablando de temas tan cercanos entre su generación como la violencia, el sexo, las drogas, el amor y el desamor, demostrando que se puede ser diferente, profundo e intenso cantando en castellano.
Sábado 11. Escritura y Droga. La conferencia intenta acercarse a la pregunta: ¿Cómo influyen las drogas en la creación literaria? Una de las primeras drogas que aparecen reflejadas en la literatura europea es el opio, introducida en gran escala en Europa en el siglo XVIII por Inglaterra desde sus colonias en China. Son los artistas románticos quienes, con su fascinación por lo oscuro, lo insconsciente, el sueño y el más allá, comienzan a experimentar con el opio. Los poetas Coleridge, Byron, Shelley, Keats, el escritor Walter Scott y el filósofo Thomas De Quency fueron de los primeros escritores en reconocer el uso de la droga mientras escribían.
Desde entonces, respecto a la utilización de la droga a la hora de crear se han marcado dos actitudes; los que no necesitan la droga para crear y los que son incapaces de escribir sin drogarse. El escritor Lluís Magrinyá y el dibujante de cómics Miguel Ángel Martín no utilizan nada para escribir, pero sí que hablan de drogas en sus obras. Magrinyà refleja en algunas de sus novelas el mundo de los jóvenes, y cual es su relación con las drogas. Martín es el único dibujante en España que dibuja en sus viñetas el consumo de nuevas drogas que se han puesto de moda, como el cristal.
Los otros miembros de la mesa son dos poetas que se reconocen incapaces de crear sin tomar nada. David González dice que se droga para captar aspectos de la realidad que se le escapan, y en algunos de sus poemas habla de las drogas de forma explícita. Las únicas drogas que le ayudan en el proceso de creación literaria son la marihuana y el hachís.
La poeta Eva Vaz se reconoce enganchada a las drogas legales, pastillas que toma tres veces al día con prescripción médica. Las drogas si condicionan su creatividad, ya que sin ellas es incapaz de hacer nada. Las define como “drogas de maruja”. Cree que todavía hoy en día, cuando un artista, un escritor o un músico confiesa el consumo de drogas ilegales, como la cocaína, la heroína u otras, tiene una aureola de transgresión muy chic, que no provocan las drogas legales, aunque, a la larga, acaban con la creatividad. Vaz confiesa que sin sus pastillas igual se habría suicidado, pero no refleja las drogas en su obra.
El debate fue interesante en lo concerniente al consumo o no de drogas durante el proceso de creación artística, pero pronto derivó hacia unas reflexiones sobre la problemática de la droga a nivel social, que se alejaban del propósito inicial de mantener su relación con la literatura.
Jose Palacio Gamero
lunes, 20 de octubre de 2008
viernes, 3 de octubre de 2008
EYES WIDE SHUT

DESEO Y REALIDAD BAJO LA MIRADA DE
KUBRICK
Eyes Wide Shut es la obra póstuma del gran cineasta Stanley Kubrick. Es una historia de obsesión sexual y desonfianza, un inquietante thriller que se adentra en los deseos y en los sueños del ser hu
mano. El film es una adaptación de la novela Relato soñado (Traumnovelle, 1926), escrita por el médico vienés Arthur Schnitzler, discípulo aventajado de Sigmund Freud y Ernst Jung. Una novela ácida, pesimista, decadente y desoladora, un análisis sobre los resortes que mueven la relación que se da en una pareja entre la sexualidad y el subconciente de cada uno de ellos.
La primera vez que Kubrick pensó en la adaptación de esa novela fue poco antes del estreno de La naranja mecánica (1970), aunque abandonó la idea para rodar Barry Lyndon. La segunda aproximación a la historia de Schnitzler surgió a mediados de los años noventa. Su anterior película había sido La chaqueta metálica (A Full Metal Jacket, 1987), y, desde entonces, no habían parado de salir rumores y especulaciones sobre cual iba a ser su próximo proyecto. En 1995, de manera totalmente inesperada, la Warner informó en una nota de prensa que Kubrick haría Eyes Wide Shut y que la protagonizarían nada menos que Tom Cruise y su esposa australiana Nicole Kidman. Kubrick había leído la oscura novela del escritor británico Frederic Raphael ¿Con quién estabas la noche pasada? (1971) (Who Were You With Last Night?) (1971) , que se inspiraba en Relato soñado, bajo una perspectiva muy personal, y buscó la ayuda del propio Raphael para la reescitura del guión.
Lo que más le interesa a Kubrick de la obra de Schitzler es que “explora la ambivalencia sexual de su matrimonio feliz y trata de equiparar la importancia de los sueños y de las hipotéticas relaciones sexuales con la realidad”. Sobre esta premisa apoya el cienasta norteamericano la estructura del film. Sin embargo desde un principio tiene claras las novedades que presentará la película respecto al texto literario. En primer lugar desplaza la acción de la Viena de los años 20 a su Nueva York natal en los años noventa. Decide cambiar el título de la obra, decantándose por el sujerente Eyes Wide Shut (Ojos totalmente cerrados). Y, lo más sorprendente y morboso, opta porque los actores protagonistas sean también pareja en la vida real. Inicialmente se habló de Alec Baldwyn y Kim Basinger, pero finalmente e decidió por Cruise y Kidman, quienes se sometieron a las exigencias de un rodaje largo y complicado que se alargó casi dos años.

La primera vez que Kubrick pensó en la adaptación de esa novela fue poco antes del estreno de La naranja mecánica (1970), aunque abandonó la idea para rodar Barry Lyndon. La segunda aproximación a la historia de Schnitzler surgió a mediados de los años noventa. Su anterior película había sido La chaqueta metálica (A Full Metal Jacket, 1987), y, desde entonces, no habían parado de salir rumores y especulaciones sobre cual iba a ser su próximo proyecto. En 1995, de manera totalmente inesperada, la Warner informó en una nota de prensa que Kubrick haría Eyes Wide Shut y que la protagonizarían nada menos que Tom Cruise y su esposa australiana Nicole Kidman. Kubrick había leído la oscura novela del escritor británico Frederic Raphael ¿Con quién estabas la noche pasada? (1971) (Who Were You With Last Night?) (1971) , que se inspiraba en Relato soñado, bajo una perspectiva muy personal, y buscó la ayuda del propio Raphael para la reescitura del guión.
Lo que más le interesa a Kubrick de la obra de Schitzler es que “explora la ambivalencia sexual de su matrimonio feliz y trata de equiparar la importancia de los sueños y de las hipotéticas relaciones sexuales con la realidad”. Sobre esta premisa apoya el cienasta norteamericano la estructura del film. Sin embargo desde un principio tiene claras las novedades que presentará la película respecto al texto literario. En primer lugar desplaza la acción de la Viena de los años 20 a su Nueva York natal en los años noventa. Decide cambiar el título de la obra, decantándose por el sujerente Eyes Wide Shut (Ojos totalmente cerrados). Y, lo más sorprendente y morboso, opta porque los actores protagonistas sean también pareja en la vida real. Inicialmente se habló de Alec Baldwyn y Kim Basinger, pero finalmente e decidió por Cruise y Kidman, quienes se sometieron a las exigencias de un rodaje largo y complicado que se alargó casi dos años.
Tom Cruise y Nicole Kidman negociaron con Kubrick y la Warner mientras Cruise estaba en Gran Bretaña haciendo Misión: imposible. Ambos, al leer el guión, estaban ansiosos de trabajar con él, y dieron el sí inmediatamente. Además, completaban el cartel Harvey Keitel y Jennifer Jason Lee. Pero, la fotografía principal de Eyes Wide Shut, que dio comienzo oficialmente el 7 de noviembre de 1996 y terminó a finales de febrero de 1998, se ganó el dudoso honor de ser una de las tomas más larga en la historia del cine. Eso provocó que Keitel y Jason Lee abandonaran el proyecto siendo sustituidos por Sidney Pollack y la desconocida actriz Mary Richardson.
Durante la primera semana de marzo de 1999 Kubrick envió una copia a Nueva York para que la viesen Cruise, Kidman, y los ejecutivos de la Warner Robert Daly y Terry Semel, a quienes advirtió con un lacónico “es mi mejor película” . El domingo 7 de marzo el director murió repentinamente en Childwick Bury, mientras dormía. Tenía 70 años.
Eyes Wide Shut cuenta dos días y dos noches en la vida de un acomodado matrimonio neoyorquino, el Dr. Bill Harford (Tom Cruise) y su esposa Alice (Nicole Kidman). El principio de la película es muy sugerente ya que se adentra de forma sugestiva en la vida de una pareja demasiado confiada y segura sí misma. Mientras suena un vals de Shostakóvich, Alice deja caer su vestido al suelo, en un apartamento muy grande y lujoso. Se están preparando para asisitir a una fiesta ofrecida por el millonario Victor Ziegler (Sidney Pollack). Alice le pregunta a su marido si está guapa y él, sin mirarla, le dice que está perfecta, en un detalle que refleja la rutina de una pareja que lleva ya nueve años juntos. Dejan a su hija Helena con una niñera y salen a la noche de Nueva York.
Allí, son recibidos por Ziegler y su mujer. Bill reconoce en el pianista de la recepción a Nick Nightingale, un antiguo compañero de Universidad. Después cada uno va por su lado y a ambos se les ofrece la posibilidad de dejarse seducir. Mientras Alice está sola bebiendo se le presenta un atractivo húngaro llamado Sandor Szano, con quien baila. Ella le explica que está casada y que no trabaja. Antes dirigía una galería de arte en el Soho pero se arruinó. Ese hecho ha dejado en ella una sensación de fracaso que intenta ocultar tras el papel de madre y señora del Dr. Harford. Por eso, a un desconocido que acaba de conocer le explica algo de lo que no quiere hablar con su pareja, porque lo había guardado en su interior durante años. Al final rechaza tener sexo con el caballero húngaro, a pesar que intenta convencerla diciéndole que en un matrimonio “el engaño es una necesidad para ambos”. Por su lado, Bill coquetea con dos jóvenes muy guapas. Pero poco después es requerido por el anfitrión para que asista a una prostituta que hay en su habitación, desnuda con síntomas de sobredosis. Se trata un ejemplo de que no hay nadie más desconocido que tu propia pareja. Mientras él estaba arriba con la chica su mujer hacía de anfitriona en la fiesta.
Al volver a casa se produce la impactante escena que se insertó en el trailer publicitario realizado por la Warner. Alice está desnuda frente al espejo quitándose los pendientes, mientras de fondo suena una canción de Chris Isaak. Llega Bill y la besa en el cuello mientras ella se quita las gafas con una mirada fría y perdida. Es una imagen muy intensa que resume perfectamente la distancia que hay entre una aparente pareja perfecta.
Al día siguiente Bill llega a su despacho, situado en la zona noble de la ciudad. Es un hombre satisfecho profesionalmente ya que trabaja en la medicina, su auténtica vocación. Su situación contrasta con la de su mujer, que se limita e estar en casa aburrida, cuidando de su familia un hombre profesionalmente satisfecho porque trabajo en su vocación de médico. Ella quiere a su marido pero espera de él algo más. Cuando por la noche llega a casa se produce una conversación entre la pareja que desencadena los hechos que sucederán a posteriori. Animados por un cigarrillo de marihuana discuten acerca del amor, la fidelidad, los celos. Alice se deja llevar y le explica a su marido que la última vez que estuvieron de vacaciones en Cubo Cod se enamoró de un oficial de marina con el que solo intrecambió una fugaz mirada. Pero ese instante fue suficiente para que ella le deseara ardientemente, y pese a que estaba allí con su hija e hizo el amor con su marido, Alice explica que si el desconocido le hubiese pedido que se fuera con él aunque solo fuese una noche, ella se hubiera ido, lo hubiera dejado todo. Es una escena muy brillante. Alice desnuda al personaje de Bill y muestra por él cierto desprecio. Bill sólo sabe moverse entre tópicos, como cariño o estamos casados, ocultando sus verdaderos deseos. En apariencia lo tienen todo, pero en realidad no se conocen. Por eso Alice reconoce que su vida cómoda y burguesa es tan falsa qure la abandonaría encantada sólo a cambio de un instante con el desconocido oficial.
La conversación es interrumpida por una llamada de teléfono que comunica la muerte de uno de los pacientes del Dr. Harford. Acude al domicilio de la víctima sin poder abandonar el recuerdo de la infidelidad relatada por su mujer. Una vez allí la hija del fallecido le declara su amor a pesar de que dice que se va a casar en breve. Es otro ejemplo de las mentiras y los oscuros deseos que rodean a las parejas.
Cuando acaba la visita decide pasear por las calles de Nueva York buscando nuevas experiencias. Bill es un hombre respetado por la comunidad, y está acostumbrado a ser políticamente correcto con sus pacientes, a actuar constantemente durante todo el día en el papel de doctor joven, guapo, casado y seguro de sí mismo. Pero tan solo un comentario sincero de su mujer acerca de una fantasía ha provocado que su mundo interior se desmorone. Y decide dejarse llevar. Es un hombre frío que siempre intenta controlar sus emociones, pero no consigue quitarse de la cabeza la imagen de su mujer con el oficial (unas imágenes en color ocre representan los pensamientos de Bill, en los que aparece Alice con un oficial, pero son demasiado explicitas). Entonces decide vengarse fríamente, escuchar a sus deseos más ocultos. Se deja arrastrar hasta el domicilio de una prostituta, mas, en el momento en el que se dispone a hacer el amor, es interrumpido por una llamada telefónica de su esposa.
De nuevo en la calle, pasa por al lado del Café Sonata donde actúa su amigo Nick Nightingale, que le explica que tiene una actuación a las dos de la mañana en un lugar misterioso en el que necesita contraseña para entrar, y hay que ir disfrazado. Bill, embargado por la curiosidad, memoriza la contraeseña: FIDELIO y el lugar. Se dirige a una tienda de disfraces para alquilar un smoking, regida por un excentrico serbio.
A continuación se dirige a la dirección dada por su amigo, que resulta ser una apartada y enorme mansión. Al llegar a la puerta exterior dos hombres le piden la contraseña y le dejan entrar. Cubierto por una capa y una máscara veneciana se adentra en la celebración de una fiesta demoníaca a modo de secta que culmina en una orgía. Una de las chicas de la celebración, que solo lleva una máscara, le advierte del peligro que corre y solo podrá salir de allí porque ella se sacrifica por él.
Hasta aquí podríamos decir que llega la primera parte de la obra. La orgía es el clímax al que el Dr. Harford ha llegado mediante la búsqueda del placer y el deseo. Al llegar a casa, encuentra a su mujer soñando en una pesadilla en la que hacía el amor con varios hombres a la vez. Al día siguiente, Bill, que se encuentra perdido y dubitativo, decide rehacer los pasos de la noche anterior a modo de detective de polícia, y no para de enseñar su placa de médico para abrirse puertas que para los demás están cerradas. Se dirige al Sonata pero está cerrado, mientras que su amigo Nick ha abandonado el hotel donde se haspedaba. Devuelve el disfaz y descubre que el dueño explota sexualmente a su hija. Va a ver a la prostituta y su compañero de piso le explica que es seropositiva. Va a la mansión donde se celebró la fiesta pero le dejan una nota amenazante. Lee en el periódico que una modelo ha muerto por sobredosis. Va a verla al hospital y se da cuenta que es la chica que le advirtió la noche anterior… Todo lo que vivió la noche anterior se ha desmoronado.
Reclamado por Ziegler, el anfitrión de la recepción inicial, se dirige a su casa. Una vez allí, Victor le explica que sabe todo lo ocurrido la noche anterior, que él estaba en la fiesta y le advierte para que deje de investigar. El personaje de Ziegler no existía ni en la novela de Schnitzler ni en la idea original de Kubrick. Lo crea Raphael al redactar el guión porque cree que es necesario dar una explicación al espectador. Pero creo que esta escena es totalmente prescindible. Visualmente es muy efectiva pero acaba con todo el misterio de una trama brillante e inquietante. El personaje de Victor Ziegler no aparece en el libro porque a Schitzler no le interesaba aclarar nada. En la película ocupa un lugar estratégico. Organiza la fiesta donde la pareja deja sedudirse cada uno por su lado. Su segunda aparición, fuerza una explicación excesivamente detallada y obvia. Igual Kubrick, en una nueva visión del film, hubiese prescindido de ella ya que él prefiría mostrar, no explicar.
Al llegar a su casa Bill descubre a su mujer durmiendo junto a la máscara que él llevaba la noche de la orgía. Asustado, a la mañana siguiente le explica todo lo sucedido a su esposa y van con su hija de compras. Allí Alice le dice que tienen que follar. El hecho de que el Dr. Harford le explique todo a su mujer quiebra el proceso de silencios y medias verdades que configuran la magia de la película. Bill da por acabado el juego y vuelve a su aparente vida normal.
En Eyes Wide Shut las imágenes predominan sobre las palabras mientras que las ideas predominan sobre los personajes. Las 48 horas en la vida del Dr. Harford arrancan desde una fiesta a la que acude con su mujer, para remitir a otra, una orgía que se convierte en el vértice de una trayectoria ascendente. A continuación se produce el descenson del clímax, protagonizado por un estimulante sueño erótico, jamás consumado, que acaba por despertar en Alice un desesperante sentido de culpabilidad.
Kubrick siempre se refería a las películas como sueños, sueños acerca de sueños, incluyendo ensoñaciones divinas y las pesadillas, y nunca hizo distinción entre sueño y visión. Alice, en una conversación con su marido, realiza una confesión sincera que, pese a ser solamente una mezcla de deseo y pensamientos, provocan sus celos. Bill ve como su mundo aparentemente feliz no es tan seguro. Esa confesión provocan en el Dr. Harford un deseo, más que de venganza, de realizar aquellas fantasías que siempre había querido hacer pero que no se ha atrevido. Emprende un viaje a través de los reinos del deseo sin saber que desea realmente, y al final no consumará el acto sexual, ni con las sirenas Gayle y Nuala que conoce en la fiesta inicial, ni con la prostituta, ni en la orgía. Se mueve en la frontera entre deseo y realidad, entre el matrimonio y sus propias e íntimas fantasías.
Eyes Wide Shut sigue la estructura de un cuento de hadas en el que después de una búsqueda peligrosa hay en apariencia un final feliz que se impone a las fuerzas malignas. Pero este cuento no tiene un malo evidente. Todas las inseguridades, las frustraciones y los deseos están en nuestro subconsciente intentando aflorar. La semejanza con el cuento provoca que, a pesar de ser una película del presente, es un film que respira una atmósfera irreal, de ensoñación. A esto ayuda el uso de la fotografía y la música de Jocelyn Pook, György Ligeti, Mozart y Shostakvich, que configuran a la perfección la atmósfera onírica de esta adaptación del Relato soñado de Arthur Schnitzler. También juego un importante valor simbólico el color rojo. Las sabanas del lecho conyugal, el sofá donde yace la muchacha drogada, la capa del maestro de ceremonias de la orgía y la tapicería del billar de Ziegler son de color rojo.
Los orígenes centroeuropeos del cienasta afloran en él a través de una fantasmagórica recreación de Nueva York, forjada con la magia del cine por parte de un visionario que, en Eyes Wide Shut, hace de él un instrumento capaz de explorar los lugares más reconditos de la especie humana. El resto de colores son brillantes y balsámicos. Y el final es propio de un cuento. La pareja ha pasado con éxito todas sus pruebas, se lo han dicho todo el uno al otro, y están dispuestos a volver a casa para follar… Pero con la sensación de que ese “todo” es muy relativo. Que cada uno tiene su propio subconsciente en el que habitan nuestros deseos más profundos, que nadie conoce.
A través de travellings que atraviesan puertas y paredes, la mezcla sugestiva de colores (prediominio rojo, azulado y naranja), los planos fijos de los rostros de Bill y Alice y la música misteriosa y envolvente, Stanley Kubrick nos lleva a lo más profundo de los sentimientos del ser humano. A sus más profundos deseos, a sus pesadillas, a sus miedos.
La estructura de la película es simétrica. Todas las escenas de la primera parte tienen una secuencia paralela en la segunda. En esta estructura las fiestas no son importantes solamente desde el punto de vista escenográfico, sino que se convierten en el eje central del film. La primera fiesta, celebrada en la mansión de Ziegler representa la incursión del deseo y el erotismo, aunque no se produce la culminación sexual. Este hecho provoca que el deseo siga reprimido.
Pero sin duda la escena més espectacular de la película, junto con el desnudo del matrimonio Cruise delante del espejo, es la celebración hipnótica a modo de celebración dionisíaca. Encarna el triunfo del vicio y la carnalidad, un lugar donde la moralidad y la represión no tienen cabida. La película alcanza aquí su máxima plasticidad, reforzada por una música decadente y perturbadora que realza el conjunto (Mozart y Shostakvich).
La importancia como clímax de la película que tiene la fiesta de la orgía colectiva contrasta con el anti-climax que se sitúa al final de la película. Cuando Bill, arrepentido le explica todo a su mujer, se produce una vuelta a la aparente normalidad. Cuando van al centro comercial con su hija como si nada hubiese pasado, Bill y Alice buscan recuperar su cómoda rutina. Ella le dice a su marido que tienen que follar, para hacer borrón y cuenta nueva, como si haciendo el amor entre ellos pudiesen acabar con sus fantasías más íntimas.
Nicole Kidman está espectacular. Bajo una aparente fragilidad, sabe transmitir con eficacia y de una forma muy sugerente, esa mezcla de honestidad orgullosa y de culpabilidad injustificada que la confesión de sus deseos más íntimos le provoca. Más difícil lo tiene Tom Cruise. Aceptar un papel tan profundo en un guión tan complejo, y actuar a las órdenes de un director exigente y en la misma película que su mujer, siendo ésta una de las actrices más importantes del cine actual, no era nada fácil. El resultado es un Cruise creíble que sabe transmitir con la mirada, las manos, con la forma de andar, los celos que lo poseen a lo largo de toda la película. Su interpretación es muy convincente, la mejor de su carrera junto con su papel en Collateral de Michael Mann.
Mirado con perspectiva, la elección por parte de Kubrick de Tom y Nicole se hace especialmente acertada, además de por el resultado de sus actuaciones, por el hecho significativo de que, si al empezar el rodaje eran una pareja feliz, un par de años más tarde se separaron. Ese hecho, aparentemente irrelevante, hace que al revisionar la película, las miradas frías, las caricias rutinarias, la rabia de la sinceridad de Alice, todo se ve con una mirada diferente. En una entrevista posterior al estreno de la película le preguntaron a Cruise hasta que punto el rodaje había afectado en su relación como pareja. Él contestó, quizás intuyendo lo que podía pasar en un futuro, que había sido muy difícil y que si lo hubieran hecho durante los primeros años de relación no lo hubiesen podido superar.
Eyes Wide Shut es pues la última obra de uno de los directores más prolíficos e intensos de la historia del cine del siglo XX. Una última película inquietante, compleja y profunda. Los valores más destacados en el virtuosismo de Kubrick se dan en esta película. El director se atreve a adentrarse en lo más hondo de la mente humana a través de su mirada penetrante y observadora. Nos desnuda los aspectos más íntimos de una pareja burguesa neoyorquina mediante planos elegantes, ritmo sereno, imágenes sobrecogedoras, densidad argumental. Como en otras películas del director, este film nos sorprende a cada paso, manteniendo la tensión hasta el final. Para poder captar todos los detalles, toda la esencia, es necesario verlo más de una vez, y nunca dejará de sorprender.
Durante la primera semana de marzo de 1999 Kubrick envió una copia a Nueva York para que la viesen Cruise, Kidman, y los ejecutivos de la Warner Robert Daly y Terry Semel, a quienes advirtió con un lacónico “es mi mejor película” . El domingo 7 de marzo el director murió repentinamente en Childwick Bury, mientras dormía. Tenía 70 años.
Eyes Wide Shut cuenta dos días y dos noches en la vida de un acomodado matrimonio neoyorquino, el Dr. Bill Harford (Tom Cruise) y su esposa Alice (Nicole Kidman). El principio de la película es muy sugerente ya que se adentra de forma sugestiva en la vida de una pareja demasiado confiada y segura sí misma. Mientras suena un vals de Shostakóvich, Alice deja caer su vestido al suelo, en un apartamento muy grande y lujoso. Se están preparando para asisitir a una fiesta ofrecida por el millonario Victor Ziegler (Sidney Pollack). Alice le pregunta a su marido si está guapa y él, sin mirarla, le dice que está perfecta, en un detalle que refleja la rutina de una pareja que lleva ya nueve años juntos. Dejan a su hija Helena con una niñera y salen a la noche de Nueva York.
Allí, son recibidos por Ziegler y su mujer. Bill reconoce en el pianista de la recepción a Nick Nightingale, un antiguo compañero de Universidad. Después cada uno va por su lado y a ambos se les ofrece la posibilidad de dejarse seducir. Mientras Alice está sola bebiendo se le presenta un atractivo húngaro llamado Sandor Szano, con quien baila. Ella le explica que está casada y que no trabaja. Antes dirigía una galería de arte en el Soho pero se arruinó. Ese hecho ha dejado en ella una sensación de fracaso que intenta ocultar tras el papel de madre y señora del Dr. Harford. Por eso, a un desconocido que acaba de conocer le explica algo de lo que no quiere hablar con su pareja, porque lo había guardado en su interior durante años. Al final rechaza tener sexo con el caballero húngaro, a pesar que intenta convencerla diciéndole que en un matrimonio “el engaño es una necesidad para ambos”. Por su lado, Bill coquetea con dos jóvenes muy guapas. Pero poco después es requerido por el anfitrión para que asista a una prostituta que hay en su habitación, desnuda con síntomas de sobredosis. Se trata un ejemplo de que no hay nadie más desconocido que tu propia pareja. Mientras él estaba arriba con la chica su mujer hacía de anfitriona en la fiesta.
Al volver a casa se produce la impactante escena que se insertó en el trailer publicitario realizado por la Warner. Alice está desnuda frente al espejo quitándose los pendientes, mientras de fondo suena una canción de Chris Isaak. Llega Bill y la besa en el cuello mientras ella se quita las gafas con una mirada fría y perdida. Es una imagen muy intensa que resume perfectamente la distancia que hay entre una aparente pareja perfecta.
Al día siguiente Bill llega a su despacho, situado en la zona noble de la ciudad. Es un hombre satisfecho profesionalmente ya que trabaja en la medicina, su auténtica vocación. Su situación contrasta con la de su mujer, que se limita e estar en casa aburrida, cuidando de su familia un hombre profesionalmente satisfecho porque trabajo en su vocación de médico. Ella quiere a su marido pero espera de él algo más. Cuando por la noche llega a casa se produce una conversación entre la pareja que desencadena los hechos que sucederán a posteriori. Animados por un cigarrillo de marihuana discuten acerca del amor, la fidelidad, los celos. Alice se deja llevar y le explica a su marido que la última vez que estuvieron de vacaciones en Cubo Cod se enamoró de un oficial de marina con el que solo intrecambió una fugaz mirada. Pero ese instante fue suficiente para que ella le deseara ardientemente, y pese a que estaba allí con su hija e hizo el amor con su marido, Alice explica que si el desconocido le hubiese pedido que se fuera con él aunque solo fuese una noche, ella se hubiera ido, lo hubiera dejado todo. Es una escena muy brillante. Alice desnuda al personaje de Bill y muestra por él cierto desprecio. Bill sólo sabe moverse entre tópicos, como cariño o estamos casados, ocultando sus verdaderos deseos. En apariencia lo tienen todo, pero en realidad no se conocen. Por eso Alice reconoce que su vida cómoda y burguesa es tan falsa qure la abandonaría encantada sólo a cambio de un instante con el desconocido oficial.
La conversación es interrumpida por una llamada de teléfono que comunica la muerte de uno de los pacientes del Dr. Harford. Acude al domicilio de la víctima sin poder abandonar el recuerdo de la infidelidad relatada por su mujer. Una vez allí la hija del fallecido le declara su amor a pesar de que dice que se va a casar en breve. Es otro ejemplo de las mentiras y los oscuros deseos que rodean a las parejas.
Cuando acaba la visita decide pasear por las calles de Nueva York buscando nuevas experiencias. Bill es un hombre respetado por la comunidad, y está acostumbrado a ser políticamente correcto con sus pacientes, a actuar constantemente durante todo el día en el papel de doctor joven, guapo, casado y seguro de sí mismo. Pero tan solo un comentario sincero de su mujer acerca de una fantasía ha provocado que su mundo interior se desmorone. Y decide dejarse llevar. Es un hombre frío que siempre intenta controlar sus emociones, pero no consigue quitarse de la cabeza la imagen de su mujer con el oficial (unas imágenes en color ocre representan los pensamientos de Bill, en los que aparece Alice con un oficial, pero son demasiado explicitas). Entonces decide vengarse fríamente, escuchar a sus deseos más ocultos. Se deja arrastrar hasta el domicilio de una prostituta, mas, en el momento en el que se dispone a hacer el amor, es interrumpido por una llamada telefónica de su esposa.
De nuevo en la calle, pasa por al lado del Café Sonata donde actúa su amigo Nick Nightingale, que le explica que tiene una actuación a las dos de la mañana en un lugar misterioso en el que necesita contraseña para entrar, y hay que ir disfrazado. Bill, embargado por la curiosidad, memoriza la contraeseña: FIDELIO y el lugar. Se dirige a una tienda de disfraces para alquilar un smoking, regida por un excentrico serbio.
A continuación se dirige a la dirección dada por su amigo, que resulta ser una apartada y enorme mansión. Al llegar a la puerta exterior dos hombres le piden la contraseña y le dejan entrar. Cubierto por una capa y una máscara veneciana se adentra en la celebración de una fiesta demoníaca a modo de secta que culmina en una orgía. Una de las chicas de la celebración, que solo lleva una máscara, le advierte del peligro que corre y solo podrá salir de allí porque ella se sacrifica por él.
Hasta aquí podríamos decir que llega la primera parte de la obra. La orgía es el clímax al que el Dr. Harford ha llegado mediante la búsqueda del placer y el deseo. Al llegar a casa, encuentra a su mujer soñando en una pesadilla en la que hacía el amor con varios hombres a la vez. Al día siguiente, Bill, que se encuentra perdido y dubitativo, decide rehacer los pasos de la noche anterior a modo de detective de polícia, y no para de enseñar su placa de médico para abrirse puertas que para los demás están cerradas. Se dirige al Sonata pero está cerrado, mientras que su amigo Nick ha abandonado el hotel donde se haspedaba. Devuelve el disfaz y descubre que el dueño explota sexualmente a su hija. Va a ver a la prostituta y su compañero de piso le explica que es seropositiva. Va a la mansión donde se celebró la fiesta pero le dejan una nota amenazante. Lee en el periódico que una modelo ha muerto por sobredosis. Va a verla al hospital y se da cuenta que es la chica que le advirtió la noche anterior… Todo lo que vivió la noche anterior se ha desmoronado.
Reclamado por Ziegler, el anfitrión de la recepción inicial, se dirige a su casa. Una vez allí, Victor le explica que sabe todo lo ocurrido la noche anterior, que él estaba en la fiesta y le advierte para que deje de investigar. El personaje de Ziegler no existía ni en la novela de Schnitzler ni en la idea original de Kubrick. Lo crea Raphael al redactar el guión porque cree que es necesario dar una explicación al espectador. Pero creo que esta escena es totalmente prescindible. Visualmente es muy efectiva pero acaba con todo el misterio de una trama brillante e inquietante. El personaje de Victor Ziegler no aparece en el libro porque a Schitzler no le interesaba aclarar nada. En la película ocupa un lugar estratégico. Organiza la fiesta donde la pareja deja sedudirse cada uno por su lado. Su segunda aparición, fuerza una explicación excesivamente detallada y obvia. Igual Kubrick, en una nueva visión del film, hubiese prescindido de ella ya que él prefiría mostrar, no explicar.
Al llegar a su casa Bill descubre a su mujer durmiendo junto a la máscara que él llevaba la noche de la orgía. Asustado, a la mañana siguiente le explica todo lo sucedido a su esposa y van con su hija de compras. Allí Alice le dice que tienen que follar. El hecho de que el Dr. Harford le explique todo a su mujer quiebra el proceso de silencios y medias verdades que configuran la magia de la película. Bill da por acabado el juego y vuelve a su aparente vida normal.
En Eyes Wide Shut las imágenes predominan sobre las palabras mientras que las ideas predominan sobre los personajes. Las 48 horas en la vida del Dr. Harford arrancan desde una fiesta a la que acude con su mujer, para remitir a otra, una orgía que se convierte en el vértice de una trayectoria ascendente. A continuación se produce el descenson del clímax, protagonizado por un estimulante sueño erótico, jamás consumado, que acaba por despertar en Alice un desesperante sentido de culpabilidad.
Kubrick siempre se refería a las películas como sueños, sueños acerca de sueños, incluyendo ensoñaciones divinas y las pesadillas, y nunca hizo distinción entre sueño y visión. Alice, en una conversación con su marido, realiza una confesión sincera que, pese a ser solamente una mezcla de deseo y pensamientos, provocan sus celos. Bill ve como su mundo aparentemente feliz no es tan seguro. Esa confesión provocan en el Dr. Harford un deseo, más que de venganza, de realizar aquellas fantasías que siempre había querido hacer pero que no se ha atrevido. Emprende un viaje a través de los reinos del deseo sin saber que desea realmente, y al final no consumará el acto sexual, ni con las sirenas Gayle y Nuala que conoce en la fiesta inicial, ni con la prostituta, ni en la orgía. Se mueve en la frontera entre deseo y realidad, entre el matrimonio y sus propias e íntimas fantasías.
Eyes Wide Shut sigue la estructura de un cuento de hadas en el que después de una búsqueda peligrosa hay en apariencia un final feliz que se impone a las fuerzas malignas. Pero este cuento no tiene un malo evidente. Todas las inseguridades, las frustraciones y los deseos están en nuestro subconsciente intentando aflorar. La semejanza con el cuento provoca que, a pesar de ser una película del presente, es un film que respira una atmósfera irreal, de ensoñación. A esto ayuda el uso de la fotografía y la música de Jocelyn Pook, György Ligeti, Mozart y Shostakvich, que configuran a la perfección la atmósfera onírica de esta adaptación del Relato soñado de Arthur Schnitzler. También juego un importante valor simbólico el color rojo. Las sabanas del lecho conyugal, el sofá donde yace la muchacha drogada, la capa del maestro de ceremonias de la orgía y la tapicería del billar de Ziegler son de color rojo.
Los orígenes centroeuropeos del cienasta afloran en él a través de una fantasmagórica recreación de Nueva York, forjada con la magia del cine por parte de un visionario que, en Eyes Wide Shut, hace de él un instrumento capaz de explorar los lugares más reconditos de la especie humana. El resto de colores son brillantes y balsámicos. Y el final es propio de un cuento. La pareja ha pasado con éxito todas sus pruebas, se lo han dicho todo el uno al otro, y están dispuestos a volver a casa para follar… Pero con la sensación de que ese “todo” es muy relativo. Que cada uno tiene su propio subconsciente en el que habitan nuestros deseos más profundos, que nadie conoce.
A través de travellings que atraviesan puertas y paredes, la mezcla sugestiva de colores (prediominio rojo, azulado y naranja), los planos fijos de los rostros de Bill y Alice y la música misteriosa y envolvente, Stanley Kubrick nos lleva a lo más profundo de los sentimientos del ser humano. A sus más profundos deseos, a sus pesadillas, a sus miedos.
La estructura de la película es simétrica. Todas las escenas de la primera parte tienen una secuencia paralela en la segunda. En esta estructura las fiestas no son importantes solamente desde el punto de vista escenográfico, sino que se convierten en el eje central del film. La primera fiesta, celebrada en la mansión de Ziegler representa la incursión del deseo y el erotismo, aunque no se produce la culminación sexual. Este hecho provoca que el deseo siga reprimido.
Pero sin duda la escena més espectacular de la película, junto con el desnudo del matrimonio Cruise delante del espejo, es la celebración hipnótica a modo de celebración dionisíaca. Encarna el triunfo del vicio y la carnalidad, un lugar donde la moralidad y la represión no tienen cabida. La película alcanza aquí su máxima plasticidad, reforzada por una música decadente y perturbadora que realza el conjunto (Mozart y Shostakvich).
La importancia como clímax de la película que tiene la fiesta de la orgía colectiva contrasta con el anti-climax que se sitúa al final de la película. Cuando Bill, arrepentido le explica todo a su mujer, se produce una vuelta a la aparente normalidad. Cuando van al centro comercial con su hija como si nada hubiese pasado, Bill y Alice buscan recuperar su cómoda rutina. Ella le dice a su marido que tienen que follar, para hacer borrón y cuenta nueva, como si haciendo el amor entre ellos pudiesen acabar con sus fantasías más íntimas.
Nicole Kidman está espectacular. Bajo una aparente fragilidad, sabe transmitir con eficacia y de una forma muy sugerente, esa mezcla de honestidad orgullosa y de culpabilidad injustificada que la confesión de sus deseos más íntimos le provoca. Más difícil lo tiene Tom Cruise. Aceptar un papel tan profundo en un guión tan complejo, y actuar a las órdenes de un director exigente y en la misma película que su mujer, siendo ésta una de las actrices más importantes del cine actual, no era nada fácil. El resultado es un Cruise creíble que sabe transmitir con la mirada, las manos, con la forma de andar, los celos que lo poseen a lo largo de toda la película. Su interpretación es muy convincente, la mejor de su carrera junto con su papel en Collateral de Michael Mann.
Mirado con perspectiva, la elección por parte de Kubrick de Tom y Nicole se hace especialmente acertada, además de por el resultado de sus actuaciones, por el hecho significativo de que, si al empezar el rodaje eran una pareja feliz, un par de años más tarde se separaron. Ese hecho, aparentemente irrelevante, hace que al revisionar la película, las miradas frías, las caricias rutinarias, la rabia de la sinceridad de Alice, todo se ve con una mirada diferente. En una entrevista posterior al estreno de la película le preguntaron a Cruise hasta que punto el rodaje había afectado en su relación como pareja. Él contestó, quizás intuyendo lo que podía pasar en un futuro, que había sido muy difícil y que si lo hubieran hecho durante los primeros años de relación no lo hubiesen podido superar.
Eyes Wide Shut es pues la última obra de uno de los directores más prolíficos e intensos de la historia del cine del siglo XX. Una última película inquietante, compleja y profunda. Los valores más destacados en el virtuosismo de Kubrick se dan en esta película. El director se atreve a adentrarse en lo más hondo de la mente humana a través de su mirada penetrante y observadora. Nos desnuda los aspectos más íntimos de una pareja burguesa neoyorquina mediante planos elegantes, ritmo sereno, imágenes sobrecogedoras, densidad argumental. Como en otras películas del director, este film nos sorprende a cada paso, manteniendo la tensión hasta el final. Para poder captar todos los detalles, toda la esencia, es necesario verlo más de una vez, y nunca dejará de sorprender.
LOS PLANETAS

LOS PLANETAS
Aproximación a la obra de Los Planetas.
1. Los discos de Los Planetas.
1.1. Super 8 (1994).
1.2. Pop (1996).
1.3. Una semana en el motor de un autobús (1998).
1.4. Unidad de desplazamiento (2000).
1.5. Encuentro con entidades (2002).
1.6. Contra la ley de la gravedad (2004).
1.7. La leyenda del espacio (2007).
2. Aparición, repercusión y originalidad.
2.1. ¿Los Planetas, un grupo “indie”?
2.2. Letras en castellano.
2.3. La relación con las drogas.
2.4. Influencias.
2.5. Actitud rebelde y relación con los medios.
2.6. Los Planetas en concierto.
APROXIMACIÓN A LA OBRA DE LOS PLANETAS.
Los Planetas es un grupo de música pop de Granada, que desarrolla su actividad a partir de la segunda mitad de la década de los 90 hasta nuestros días. Recogen la influencia de grupos anglosajones caracterizados por sus densas guitarras, como los Mercury Rev, Spacemen 3 o Joy Division. La banda está formada por Juan Rodríguez, conocido como J (voz y guitarra), Florent Muñoz (guitarra), Erik Jiménez (batería), Banin Fraile (teclados y guitarras) y Miguel López (bajo). A lo largo de su trayectoria han ido cambiando algunos miembros del grupo. Jota y Florent, núcleo fundador, permanecen desde el principio. Otros, como May Oliver, Paco Rodríguez, Raúl Santos y Kieran Stephen han ido pasando a lo largo de los años.
A comienzos de los años 90, tras un breve período llamándose Los Subterráneos, ganan el concurso de maquetas de Radio 3 de 1992, con “Mi hermana pequeña”, que se editará dentro del EP Medusa, producido por la pequeña discográfica Elefant Records, en 1993. En esos primeros años, formados por Jota, Florent, May y Paco Rodríguez, Los Planetas dejan claro pronto que la etiqueta de “noise pop” se les queda pequeña y que su sonido hipnótico y reverberado, que bebe de fuentes tan dispares como la Velvet Underground, Television y Sonic Youth, esconden una capacidad creativa poco habitual.
Después de editar sus dos primeros LPs, Super 8 (1994) y Pop (1996), ya bajo el sello de la multinacional RCA, Los Planetas sufren una especie de crisis de crecimiento: todavía no poseen un directo a la altura de sus composiciones, y las trayectorias personales de los miembros comienzan a separarse. 1996 y 1997 son dos años difíciles para Jota y Florent, que pierden a May y a Raúl, sustituidos por Kieran Stephen al bajo y el potente Erik Jiménez en la batería.
En 1998 graban y editan su tercer disco, Una semana en el motor de un autobús, en el cual continúan reivindicando el espíritu guitarrero que les caracteriza aunque esta vez presentado a través de temas largos y complejos, que les encumbra directamente a la cima del rock independiente nacional.
En el 2000 Kieran Stephan se marcha y es sustituído por Miguel López. Ese año publican Unidad de desplazamiento, en el cual buscan sonidos nuevos, menos noise y más lisérgicos. Es el primero editado y grabado en El Refugio Antiaéreo, un estudio de grabación que Los Planetas abren en su Granada natal y que les da la posibilidad de grabar ellos mismos sus discos. A partir de aquí la formación de la banda se estabiliza y graban sucesivamente Encuentros con entidades (2002), Contra la ley de la gravedad (2004) y La leyenda del espacio (2007), reinventándose continuamente, buscando no repetir fórmulas.
La importancia de su obra hace necesario un análisis crítico profundo de cada uno de sus discos, analizándolos por separado. También es obligado reflexionar acerca de la repercusión que tuvo su aparición y como se han convertido en el grupo referente de la escena independiente en España desde su aparición mitad de los años 90.
1. LOS DISCOS DE LOS PLANETAS.
1.1. SUPER 8 (1994).
En 1994 se grabó el disco más importante de la escena indie española bajo el sello de la multinacional RCA. El álbum de debut de Los Planetas es casi un cóctel de existencialismo adolescente. El tedio, las ganas de salir corriendo, las preguntas que no tienen respuesta, los celos , las drogas, aparecen de forma cíclica en sus canciones. “Si está bien”, “Desorden”, “10.000” o “Rey Sombra” y “De viaje” conforman el hilo argumental más oscuro y brillante, mientas que “La Caja del diablo”, “Jesús” o “Estos últimos días” es el lado más intenso, noise y nervioso.
Como álbum de debut es rompedor, con letras sencillas pero intensas. “Podemos irnos juntos lejos de este mundo tú y yo” es la primera frase de este disco, pertenece a la canción “De viaje”. Luego Jota cantará cosas como “a veces sólo quiero huir” o “ahora tengo una misión, ven y camina de mi mano”, y con esos dos o tres ejemplos podemos sentar las bases líricas de Super 8: el escapismo, una constante invitación a abandonarlo todo, las emociones legales o ilegales, el trauma post-ruptura (“¿Qué puedo hacer?”), la nostalgia (“Estos últimos días”), el sexo adolescente (“10.000”), las drogas (“Rey Sombra”), las peores pesadillas (“La caja del diablo”) o la impotencia emocional (“Si está bien”).
Musicalmente se trata de un disco arriesgado para ser una primera obra, con dos vertientes diferentes. Por una lado, el pop descarado y transparente de “¿Qué puedo hacer?” y la rotundidad de “De viaje”, “Jesús” y “Brigitte”. Y por otro, las melodías de doble y hasta triple filo, el noise-pop, entre la excitación y la aflicción más torturada del resto del disco: sea en forma de homenaje a Ian Curtis (cantante de Joy Division), como en la excelente y triste “Desorden”, o los himnos de desazón adolescente, con “Si está bien” o “Rey Sombra”.
En 1994 era un riesgo considerable concebir, grabar y editar un álbum con tantas lecturas como Super 8, con letras como: “Me dice: ‘Ven, ¿quieres hacerlo con mi amiga?’ / No está nada mal / vamos a hacerlo con mi amiga, tiene 15 años ya” ( “10.000”); “He tomado esta medicina la mitad de mi vida, quizás / y hace casi quince días que no puedo dejar de temblar / ¿Qué puedes ofrecer que aún no haya probado?” (“Rey Sombra”); o “Hay un cuerpo girando en la cocina / al final de una cuerda atada a una viga” (“Desorden”). Letras terribles, inquietantes, con una sensibilidad que ninguno de los miembros de su generación ha transitado.
Las influencias más destacadas son Teenage Fanclub, Big Star, Sugar, The Field Mice, Spaceman 3, The Cure o Family, pero nunca se plasman de un modo directo. Los Planetas utilizan sus referencias musicales como campo de experimentación pero el resultado es un sonido muy personal, siendo difícial encontrar paralelismos sonoros concretos.
1.2. POP (1996).
Pop es un gran disco, a pesar de los problemas que encontraron con el productor Kurt Ralske, el cual tardó en asimilar como dar forma a un ramillete de canciones excelente. Porqué el corazón del segundo LP del grupo se encuentra en sus irresistibles melodías pop, sus abrasivos estribillos, sus letras cínicas y llenas de referencias personales: la ironía de “Una nueva prensa musical”, la preciosa declaración de amor de “Jose y yo”, la intimidad lírica e instrumental de “Ciudad azul”. Por otro lado están las descarnada y delicada “8”, la referencia sexual implícita de “La máquina de escribir” y el pop incorpóreo de “Ondas del espacio exterior”.
Pero pese a la alta calidad de las canciones, para los componentes del grupo, Pop es un álbum insatisfactorio, con temas muy diferentes los unos de los otros, sin ninguna continuidad. El segundo disco de Los Planetas, grabado entre octubre y noviembre de 1995, es en muchos sentidos más light que Super 8 y el posterior Una semana en el motor de un autobús. La desafortunada producción de Kurt Ralske crea un ambiente de eclecticismo (de la psicodelia de “DB” al punk-pop de “Punk”) que a veces desorienta y otras asombra. No obstante, Pop está plagado de buenas canciones de tipo “no-rock”, es decir, menos eléctrico. El disco se inicia con “DB” un tema noise-rock de ocho minutos que nunca va a sonar en la radio y donde dicen: “Piensas que me entiendes y no sabes nada sobre mí”. Y siguen los guiños irónicos hacia su entorno con la vibrante “Una nueva prensa musical”, que explica su peculiar relación con la prensa. El disco continúa con “Jose y yo”, una emocionante composición sobre una antigua novia de J (Maria José), el amor y las sensaciones que comparten (“Jose y yo sólo somos enfermos / pero es que nunca tuve una enfermedad más dulce”). O “Himno generacional #83” en la que hacen una crítica sobre aquellos que sólo les consideran como un grupo adolescente. Florent afirma: “Nos molesta que digan que somos un grupo de adolescentes. Nosotros no somos adolescentes, aunque las letras vayan de una época muy intensa de la vida, de pasarlo bien y de pasarlo mal”.
En Pop siguen vigentes las influencias de Mercury Rev, The Chills o Teenage Fanclub, aunque de una forma más suave. El conjunto suena más limpio, aseado, sentimental, a excepción de “La máquina de escribir”, un tema agresivo y duro, que recuerda a los mejores Luna y a la Velvet Underground. Las baterías se las reparten Raúl y Eric Jiménez con más peso específico de este último por su mayor veteranía, afinidad y calidad.
La canción más elegante y producida del disco es “David y Claudia” (en referencia a la relación que mantenían David Copperfield y Claudia Schiffer). Destacan también “8” por su intensidad in crescendo, y “Aeropuerto” canción sobre el final de un amor que no pudo ser.
1.3. UNA SEMANA EN EL MOTOR DE UN AUTOBÚS (1998).
Una semana en el motor de un autobús es el final de la inocencia. Es un tercer disco difícil, amargo, desencantado, profundo y conceptual. Y el resultado funcionó. La gira de Pop los había dejado tan agotados que la bajista May abandonó el grupo. Ya habían perdido dos baterías y Florent estaba enganchado a las drogas. El grupo estaba desintegrado, pero había canciones para un nuevo disco. Afortunadamente, llegan al momento más crítico de su carrera en plenitud expresiva. En otoño de 1997, tenían todas las canciones en maqueta y ya advirtieron que “toda la música iba encajando en una idea más básica, más fácil de explicar y entender; como un título”. Este título sería Una semana en el motor de un autobús, con claras reminiscencias de la canción “Stuck Inside Of Mobile With The Memphis Blues Again” de Bob Dylan. La idea del concepto sería la historia de un joven abandonado por su novia que decide abandonarse a las drogas, el sexo y las fiestas salvajes para acabar dándose cuenta de que el alivio ha sido un espejismo, y que para tirar hacia delante tienes que aprender a escuchar en su interior.
En Una semana en el motor de un autobús, Los Planetas nos invitan a un detallado itinerario de decepción, destrucción y redención, a través de doce temas que no ofrecen respiro alguno. Esta vez la producción de Kurt Ralske es espectacular. Ralske, enamorado del Ok Computer de Radiohead, había planteado una producción parecida aunque más barata. A casi nadie del grupo le gustaba ese disco, pero confiaron en su criterio.
Sin olvidar las aportaciones de Eric, Banin, Kieran o el propio productor, Jota y Florent despliegan aquí sus mejores armas: guitarras compungidas, efectos muy especiales, la sensibilidad de violas y violines y letras muy intensas y tristes. Desde la inicial e inigualable “Segundo premio” (“mirando las paredes de este cuarto / rezando porque vuelvas otra vez”) hasta “La Copa de Europa” (“casi pienso que no tengo fuerzas para hacerlo / y encontrar dentro de mí algo nuevo”), el tercer disco de Los Planetas, entre influencias de Radiohead, The Chills, Spiritualized o Luna, nos muestra una semana en la vida de un chico que vive un proceso de recomposición desde que le deja su novia hasta que se encuentra consigo mismo, con sus dudas y contradicciones y su estrecha relación con las drogas y el exceso.
Los arreglos de cuerda y viento, los abruptos cambios de ritmo, la voz de Jota a veces dolida y a veces intensa, las guitarras apocalípticas, los estribillos rotundos y apasionados y unas letras que merecen capítulo aparte componen un álbum estremecedor. La efectividad de “Desaparecer” (“esta vez nadie te va a preguntar / porque no aguantaría una mentira más”), el lirismo de “La playa” (“un verano que fue una pesadilla / si me acuerdo me duele todavía”), la claridad y la euforia de “Cumpleaños total” (“y aunque juré que nunca más / me acerco hasta el servicio a que me pongan otra”), las melodías agridulces de “Parte de lo que me debes” (“cuántas veces lo intenté / y no sirvió de nada”) o “Un mundo de gente incompleta” (“ahora lo que odio y lo que somos casi es igual”) y la crueldad de “Segundo premio” (“y si esto te hace daño / si te puedo hacer sufrir / ha servido para algo / al menos para mí”) hablan del cansancio de tener un amor para luego perderlo, la amargura de haberlo tenido sabiendo de antemano su final.
1.4. UNIDAD DE DESPLAZAMIENTO (2000).
Unidad de desplazamiento es el cuarto disco de estudio de Los Planetas. Este disco supone un cambio respecto a sus predecesores. Su forma de componer los temas ha sido la habitual, temas pop de guitarras y con letras que llegan a lo más hondo del alma, pero que se van alejando de la inmediatez de los hits, perdiéndose por extraños paisajes melancólicos. Como muy bien dijo Jota, se trata de “un disco de psicodelia emocional”.
Con Unidad de desplazamiento el grupo granadino estrena nuevo contrato con la multinacional RCA. El título del disco es un indicativo de mirar al futuro, hacia adelante, con la intención de no repetir esquemas y fórmulas que ya han funcionado. Se trata de un disco arriesgado, producto del idealismo y del inconformismo de la banda, que requiere más de una escucha antes de sumergirse en su contenido. Florent explica que “meterse en las canciones de Los Planetas no es nada fácil, son canciones inmediatas pero que requieren un esfuerzo de escucha aunque al final te atrapan y te convencen”. Es un disco menos directo que los anteriores, con desarrollos más largos y complejos. El conjunto destaca por la unidad que presenta.
Para Jota, “este disco es puro Planetas, más extremo, las canciones pop son más pop, y las más experimentales más experimentales”. En las letras, geniales como siempre, predominan la inseguridad, las rupturas, los pequeños placeres, lo cotidiano, historias personales pero universales. La canciones siguen basándose en las experienzas y los sentimientos de Jota, aunque son ligeramente menos derrotistas, transmitiendo la sensación de que, pase lo que pase, siempre hay un flotador donde agarrarse.
Pese a todo, las canciones del disco están impregnadas de un tono triste y melancólico, en un intento de huir de una situación incómoda pero sin acabar de conseguirlo. Florent explica que “Yo personalmente me siento más identificado con aquellas canciones que tienden a un aire nostálgico o triste. La felicidad existe, pero en gotas, y el estado de ánimo que predomina en mis amigos o en mí es la tristeza, la inseguridad y los problemas cotidianos”. Unidad de desplazamiento ofrece dos novedades respecto al anterior: la primera que el bajista escocés Kieran Stephen, quien había incrementado su aportación al grupo con la composición de temas como “Flotando sobre Loscos”, “Anuncio para coches” y “Tierras altas”, abandona el grupo por razones personales antes de finalizar la grabación del disco. La segunda –y la más importante- es el estreno de El Refugio Antiaéreo, nuevo estudio de grabación propio de Los Planetas y que ha resultado fundamental para probar, por vez primera, grabar la mayoría de las canciones en primeras tomas.
El disco se abre con “Flotando sobre Loscos”, extraña canción tanto por el título como por la participación vocal de Verónica de Meteosat, único tema del disco donde no canta Jota. Continúa con “Santos que yo te pinte” que representa uno de los momentos más intensos y mejores del disco. Rabia y amargura a partes iguales, convierten el deseo de venganza en la meta a alcanzar. “Maniobra de evasión” y “Vas a verme por la tele” son los temas más pop clásico, fluido y agridulce. Las letras tratan de las relaciones de pareja, de los celos y la resignación. Destacan también “Que no sea Kang, por favor”, pseudo-balada deliciosa e hiper sentida, con una voz susurrante y mágica, desesperación, resignación y esperanza para la salvación personal, y “Un buen día”, una canción para cambiarte la vida por completo. J narra un día de su vida en el cual se van sucediendo acciones comunes recogidas desde el punto de vista amargo y eufórico que siempre tienen el trasfondo del recuerdo de la relación que terminó. Una canción super pop en la que predomina la naturalidad de letra y de melodía, que aunque la escuches cuatro millones de veces no te cansas de escuchar.
Aproximación a la obra de Los Planetas.
1. Los discos de Los Planetas.
1.1. Super 8 (1994).
1.2. Pop (1996).
1.3. Una semana en el motor de un autobús (1998).
1.4. Unidad de desplazamiento (2000).
1.5. Encuentro con entidades (2002).
1.6. Contra la ley de la gravedad (2004).
1.7. La leyenda del espacio (2007).
2. Aparición, repercusión y originalidad.
2.1. ¿Los Planetas, un grupo “indie”?
2.2. Letras en castellano.
2.3. La relación con las drogas.
2.4. Influencias.
2.5. Actitud rebelde y relación con los medios.
2.6. Los Planetas en concierto.
APROXIMACIÓN A LA OBRA DE LOS PLANETAS.
Los Planetas es un grupo de música pop de Granada, que desarrolla su actividad a partir de la segunda mitad de la década de los 90 hasta nuestros días. Recogen la influencia de grupos anglosajones caracterizados por sus densas guitarras, como los Mercury Rev, Spacemen 3 o Joy Division. La banda está formada por Juan Rodríguez, conocido como J (voz y guitarra), Florent Muñoz (guitarra), Erik Jiménez (batería), Banin Fraile (teclados y guitarras) y Miguel López (bajo). A lo largo de su trayectoria han ido cambiando algunos miembros del grupo. Jota y Florent, núcleo fundador, permanecen desde el principio. Otros, como May Oliver, Paco Rodríguez, Raúl Santos y Kieran Stephen han ido pasando a lo largo de los años.
A comienzos de los años 90, tras un breve período llamándose Los Subterráneos, ganan el concurso de maquetas de Radio 3 de 1992, con “Mi hermana pequeña”, que se editará dentro del EP Medusa, producido por la pequeña discográfica Elefant Records, en 1993. En esos primeros años, formados por Jota, Florent, May y Paco Rodríguez, Los Planetas dejan claro pronto que la etiqueta de “noise pop” se les queda pequeña y que su sonido hipnótico y reverberado, que bebe de fuentes tan dispares como la Velvet Underground, Television y Sonic Youth, esconden una capacidad creativa poco habitual.
Después de editar sus dos primeros LPs, Super 8 (1994) y Pop (1996), ya bajo el sello de la multinacional RCA, Los Planetas sufren una especie de crisis de crecimiento: todavía no poseen un directo a la altura de sus composiciones, y las trayectorias personales de los miembros comienzan a separarse. 1996 y 1997 son dos años difíciles para Jota y Florent, que pierden a May y a Raúl, sustituidos por Kieran Stephen al bajo y el potente Erik Jiménez en la batería.
En 1998 graban y editan su tercer disco, Una semana en el motor de un autobús, en el cual continúan reivindicando el espíritu guitarrero que les caracteriza aunque esta vez presentado a través de temas largos y complejos, que les encumbra directamente a la cima del rock independiente nacional.
En el 2000 Kieran Stephan se marcha y es sustituído por Miguel López. Ese año publican Unidad de desplazamiento, en el cual buscan sonidos nuevos, menos noise y más lisérgicos. Es el primero editado y grabado en El Refugio Antiaéreo, un estudio de grabación que Los Planetas abren en su Granada natal y que les da la posibilidad de grabar ellos mismos sus discos. A partir de aquí la formación de la banda se estabiliza y graban sucesivamente Encuentros con entidades (2002), Contra la ley de la gravedad (2004) y La leyenda del espacio (2007), reinventándose continuamente, buscando no repetir fórmulas.
La importancia de su obra hace necesario un análisis crítico profundo de cada uno de sus discos, analizándolos por separado. También es obligado reflexionar acerca de la repercusión que tuvo su aparición y como se han convertido en el grupo referente de la escena independiente en España desde su aparición mitad de los años 90.
1. LOS DISCOS DE LOS PLANETAS.
1.1. SUPER 8 (1994).
En 1994 se grabó el disco más importante de la escena indie española bajo el sello de la multinacional RCA. El álbum de debut de Los Planetas es casi un cóctel de existencialismo adolescente. El tedio, las ganas de salir corriendo, las preguntas que no tienen respuesta, los celos , las drogas, aparecen de forma cíclica en sus canciones. “Si está bien”, “Desorden”, “10.000” o “Rey Sombra” y “De viaje” conforman el hilo argumental más oscuro y brillante, mientas que “La Caja del diablo”, “Jesús” o “Estos últimos días” es el lado más intenso, noise y nervioso.
Como álbum de debut es rompedor, con letras sencillas pero intensas. “Podemos irnos juntos lejos de este mundo tú y yo” es la primera frase de este disco, pertenece a la canción “De viaje”. Luego Jota cantará cosas como “a veces sólo quiero huir” o “ahora tengo una misión, ven y camina de mi mano”, y con esos dos o tres ejemplos podemos sentar las bases líricas de Super 8: el escapismo, una constante invitación a abandonarlo todo, las emociones legales o ilegales, el trauma post-ruptura (“¿Qué puedo hacer?”), la nostalgia (“Estos últimos días”), el sexo adolescente (“10.000”), las drogas (“Rey Sombra”), las peores pesadillas (“La caja del diablo”) o la impotencia emocional (“Si está bien”).
Musicalmente se trata de un disco arriesgado para ser una primera obra, con dos vertientes diferentes. Por una lado, el pop descarado y transparente de “¿Qué puedo hacer?” y la rotundidad de “De viaje”, “Jesús” y “Brigitte”. Y por otro, las melodías de doble y hasta triple filo, el noise-pop, entre la excitación y la aflicción más torturada del resto del disco: sea en forma de homenaje a Ian Curtis (cantante de Joy Division), como en la excelente y triste “Desorden”, o los himnos de desazón adolescente, con “Si está bien” o “Rey Sombra”.
En 1994 era un riesgo considerable concebir, grabar y editar un álbum con tantas lecturas como Super 8, con letras como: “Me dice: ‘Ven, ¿quieres hacerlo con mi amiga?’ / No está nada mal / vamos a hacerlo con mi amiga, tiene 15 años ya” ( “10.000”); “He tomado esta medicina la mitad de mi vida, quizás / y hace casi quince días que no puedo dejar de temblar / ¿Qué puedes ofrecer que aún no haya probado?” (“Rey Sombra”); o “Hay un cuerpo girando en la cocina / al final de una cuerda atada a una viga” (“Desorden”). Letras terribles, inquietantes, con una sensibilidad que ninguno de los miembros de su generación ha transitado.
Las influencias más destacadas son Teenage Fanclub, Big Star, Sugar, The Field Mice, Spaceman 3, The Cure o Family, pero nunca se plasman de un modo directo. Los Planetas utilizan sus referencias musicales como campo de experimentación pero el resultado es un sonido muy personal, siendo difícial encontrar paralelismos sonoros concretos.
1.2. POP (1996).
Pop es un gran disco, a pesar de los problemas que encontraron con el productor Kurt Ralske, el cual tardó en asimilar como dar forma a un ramillete de canciones excelente. Porqué el corazón del segundo LP del grupo se encuentra en sus irresistibles melodías pop, sus abrasivos estribillos, sus letras cínicas y llenas de referencias personales: la ironía de “Una nueva prensa musical”, la preciosa declaración de amor de “Jose y yo”, la intimidad lírica e instrumental de “Ciudad azul”. Por otro lado están las descarnada y delicada “8”, la referencia sexual implícita de “La máquina de escribir” y el pop incorpóreo de “Ondas del espacio exterior”.
Pero pese a la alta calidad de las canciones, para los componentes del grupo, Pop es un álbum insatisfactorio, con temas muy diferentes los unos de los otros, sin ninguna continuidad. El segundo disco de Los Planetas, grabado entre octubre y noviembre de 1995, es en muchos sentidos más light que Super 8 y el posterior Una semana en el motor de un autobús. La desafortunada producción de Kurt Ralske crea un ambiente de eclecticismo (de la psicodelia de “DB” al punk-pop de “Punk”) que a veces desorienta y otras asombra. No obstante, Pop está plagado de buenas canciones de tipo “no-rock”, es decir, menos eléctrico. El disco se inicia con “DB” un tema noise-rock de ocho minutos que nunca va a sonar en la radio y donde dicen: “Piensas que me entiendes y no sabes nada sobre mí”. Y siguen los guiños irónicos hacia su entorno con la vibrante “Una nueva prensa musical”, que explica su peculiar relación con la prensa. El disco continúa con “Jose y yo”, una emocionante composición sobre una antigua novia de J (Maria José), el amor y las sensaciones que comparten (“Jose y yo sólo somos enfermos / pero es que nunca tuve una enfermedad más dulce”). O “Himno generacional #83” en la que hacen una crítica sobre aquellos que sólo les consideran como un grupo adolescente. Florent afirma: “Nos molesta que digan que somos un grupo de adolescentes. Nosotros no somos adolescentes, aunque las letras vayan de una época muy intensa de la vida, de pasarlo bien y de pasarlo mal”.
En Pop siguen vigentes las influencias de Mercury Rev, The Chills o Teenage Fanclub, aunque de una forma más suave. El conjunto suena más limpio, aseado, sentimental, a excepción de “La máquina de escribir”, un tema agresivo y duro, que recuerda a los mejores Luna y a la Velvet Underground. Las baterías se las reparten Raúl y Eric Jiménez con más peso específico de este último por su mayor veteranía, afinidad y calidad.
La canción más elegante y producida del disco es “David y Claudia” (en referencia a la relación que mantenían David Copperfield y Claudia Schiffer). Destacan también “8” por su intensidad in crescendo, y “Aeropuerto” canción sobre el final de un amor que no pudo ser.
1.3. UNA SEMANA EN EL MOTOR DE UN AUTOBÚS (1998).
Una semana en el motor de un autobús es el final de la inocencia. Es un tercer disco difícil, amargo, desencantado, profundo y conceptual. Y el resultado funcionó. La gira de Pop los había dejado tan agotados que la bajista May abandonó el grupo. Ya habían perdido dos baterías y Florent estaba enganchado a las drogas. El grupo estaba desintegrado, pero había canciones para un nuevo disco. Afortunadamente, llegan al momento más crítico de su carrera en plenitud expresiva. En otoño de 1997, tenían todas las canciones en maqueta y ya advirtieron que “toda la música iba encajando en una idea más básica, más fácil de explicar y entender; como un título”. Este título sería Una semana en el motor de un autobús, con claras reminiscencias de la canción “Stuck Inside Of Mobile With The Memphis Blues Again” de Bob Dylan. La idea del concepto sería la historia de un joven abandonado por su novia que decide abandonarse a las drogas, el sexo y las fiestas salvajes para acabar dándose cuenta de que el alivio ha sido un espejismo, y que para tirar hacia delante tienes que aprender a escuchar en su interior.
En Una semana en el motor de un autobús, Los Planetas nos invitan a un detallado itinerario de decepción, destrucción y redención, a través de doce temas que no ofrecen respiro alguno. Esta vez la producción de Kurt Ralske es espectacular. Ralske, enamorado del Ok Computer de Radiohead, había planteado una producción parecida aunque más barata. A casi nadie del grupo le gustaba ese disco, pero confiaron en su criterio.
Sin olvidar las aportaciones de Eric, Banin, Kieran o el propio productor, Jota y Florent despliegan aquí sus mejores armas: guitarras compungidas, efectos muy especiales, la sensibilidad de violas y violines y letras muy intensas y tristes. Desde la inicial e inigualable “Segundo premio” (“mirando las paredes de este cuarto / rezando porque vuelvas otra vez”) hasta “La Copa de Europa” (“casi pienso que no tengo fuerzas para hacerlo / y encontrar dentro de mí algo nuevo”), el tercer disco de Los Planetas, entre influencias de Radiohead, The Chills, Spiritualized o Luna, nos muestra una semana en la vida de un chico que vive un proceso de recomposición desde que le deja su novia hasta que se encuentra consigo mismo, con sus dudas y contradicciones y su estrecha relación con las drogas y el exceso.
Los arreglos de cuerda y viento, los abruptos cambios de ritmo, la voz de Jota a veces dolida y a veces intensa, las guitarras apocalípticas, los estribillos rotundos y apasionados y unas letras que merecen capítulo aparte componen un álbum estremecedor. La efectividad de “Desaparecer” (“esta vez nadie te va a preguntar / porque no aguantaría una mentira más”), el lirismo de “La playa” (“un verano que fue una pesadilla / si me acuerdo me duele todavía”), la claridad y la euforia de “Cumpleaños total” (“y aunque juré que nunca más / me acerco hasta el servicio a que me pongan otra”), las melodías agridulces de “Parte de lo que me debes” (“cuántas veces lo intenté / y no sirvió de nada”) o “Un mundo de gente incompleta” (“ahora lo que odio y lo que somos casi es igual”) y la crueldad de “Segundo premio” (“y si esto te hace daño / si te puedo hacer sufrir / ha servido para algo / al menos para mí”) hablan del cansancio de tener un amor para luego perderlo, la amargura de haberlo tenido sabiendo de antemano su final.
1.4. UNIDAD DE DESPLAZAMIENTO (2000).
Unidad de desplazamiento es el cuarto disco de estudio de Los Planetas. Este disco supone un cambio respecto a sus predecesores. Su forma de componer los temas ha sido la habitual, temas pop de guitarras y con letras que llegan a lo más hondo del alma, pero que se van alejando de la inmediatez de los hits, perdiéndose por extraños paisajes melancólicos. Como muy bien dijo Jota, se trata de “un disco de psicodelia emocional”.
Con Unidad de desplazamiento el grupo granadino estrena nuevo contrato con la multinacional RCA. El título del disco es un indicativo de mirar al futuro, hacia adelante, con la intención de no repetir esquemas y fórmulas que ya han funcionado. Se trata de un disco arriesgado, producto del idealismo y del inconformismo de la banda, que requiere más de una escucha antes de sumergirse en su contenido. Florent explica que “meterse en las canciones de Los Planetas no es nada fácil, son canciones inmediatas pero que requieren un esfuerzo de escucha aunque al final te atrapan y te convencen”. Es un disco menos directo que los anteriores, con desarrollos más largos y complejos. El conjunto destaca por la unidad que presenta.
Para Jota, “este disco es puro Planetas, más extremo, las canciones pop son más pop, y las más experimentales más experimentales”. En las letras, geniales como siempre, predominan la inseguridad, las rupturas, los pequeños placeres, lo cotidiano, historias personales pero universales. La canciones siguen basándose en las experienzas y los sentimientos de Jota, aunque son ligeramente menos derrotistas, transmitiendo la sensación de que, pase lo que pase, siempre hay un flotador donde agarrarse.
Pese a todo, las canciones del disco están impregnadas de un tono triste y melancólico, en un intento de huir de una situación incómoda pero sin acabar de conseguirlo. Florent explica que “Yo personalmente me siento más identificado con aquellas canciones que tienden a un aire nostálgico o triste. La felicidad existe, pero en gotas, y el estado de ánimo que predomina en mis amigos o en mí es la tristeza, la inseguridad y los problemas cotidianos”. Unidad de desplazamiento ofrece dos novedades respecto al anterior: la primera que el bajista escocés Kieran Stephen, quien había incrementado su aportación al grupo con la composición de temas como “Flotando sobre Loscos”, “Anuncio para coches” y “Tierras altas”, abandona el grupo por razones personales antes de finalizar la grabación del disco. La segunda –y la más importante- es el estreno de El Refugio Antiaéreo, nuevo estudio de grabación propio de Los Planetas y que ha resultado fundamental para probar, por vez primera, grabar la mayoría de las canciones en primeras tomas.
El disco se abre con “Flotando sobre Loscos”, extraña canción tanto por el título como por la participación vocal de Verónica de Meteosat, único tema del disco donde no canta Jota. Continúa con “Santos que yo te pinte” que representa uno de los momentos más intensos y mejores del disco. Rabia y amargura a partes iguales, convierten el deseo de venganza en la meta a alcanzar. “Maniobra de evasión” y “Vas a verme por la tele” son los temas más pop clásico, fluido y agridulce. Las letras tratan de las relaciones de pareja, de los celos y la resignación. Destacan también “Que no sea Kang, por favor”, pseudo-balada deliciosa e hiper sentida, con una voz susurrante y mágica, desesperación, resignación y esperanza para la salvación personal, y “Un buen día”, una canción para cambiarte la vida por completo. J narra un día de su vida en el cual se van sucediendo acciones comunes recogidas desde el punto de vista amargo y eufórico que siempre tienen el trasfondo del recuerdo de la relación que terminó. Una canción super pop en la que predomina la naturalidad de letra y de melodía, que aunque la escuches cuatro millones de veces no te cansas de escuchar.
1.5. ENCUENTROS CON ENTIDADES (2002).
Encuentros con entidades es el quinto trabajo del grupo granadino Los Planetas. Su nuevo trabajo sigue la línea que trazaron con Unidad de desplazamiento, su anterior disco. Producido por Carlos Hernández y la propia banda, a lo largo de las diez canciones predomina la potencia guitarrera, letras oníricas, tragedias amorosas y nuevas y envolventes atmósferas, que suponen un claro paso hacia delante aunque estamos ante un trabajo más disperso y menos homogéneo que el anterior.
El disco se abre con dos de los temas más importantes en la discografía de Los Planetas : “San Juan de la Cruz” mezcla la letra de temática mística con un crescendo lisérgico que provoca un subidón de adrenalina, y “Corrientes circulares en el tiempo”, el primer single del disco, un auténtico espiral musical que te va envolviendo progresivamente, acompañada por una letra de desamor planetario. Destaca también “Dulces Sueños”, el tema de mayor duración del disco, cuyos paisajes sonoros están llenos de intensidad y épica.
Los temas pop que se convierten en himno para fans también aparecen en “Encuentros con entidades”. “El espíritu de la Navidad”, “El artista madridista” o “Pesadilla en el parque de atracciones” despachan buen rollo, ironía, cabreo y deseos de venganza por doquier, y “Mis problemas con la justicia” nos lleva directamente a “Línea 1”. Destaca especialmente “Mil Millones de Veces”, una canción circular e intensa que se va haciendo progresivamente más inquietante provocando unas sensaciones totalmente novedosas. “Temporalmente” es el tema más rock, mientras que “Nosotros Somos los Zíngaros” es la más distorsionada.
Encuentro con entidades fue grabado en su Refugio Antiaéreo. Destaca por su sonido más bien contenido dentro del contexto del resto de la obra de Los Planetas. La voz de Jota aparece más intensa y rabiosa que nunca para plasmar los temas de siempre (drogas, desamor y fútbol), pero bajo otro prisma más psicodélico. Según Florent “la psicodelia nos permite flipar, improvisar y crear muchos más paisajes”.
En definitiva, estamos ante una continuación de la linea iniciada con el disco anterior, manteniendo el sonido dominado por guitarras saturadísisimas, baterías tocadas muy fuertes y letras sobre venganza extrema.
1.6. CONTRA LA LEY DE LA GRAVEDAD (2004).
El sexto trabajo de Los Planetas es, de lejos, el disco más flojo del grupo granadino. Sus problemas con la discográfica fueron muy importantes y desestabilizadores. El título Contra la ley de la gravedad siginifica ir contra la corriente principal, contra el poder establecido. La música es una forma de buscar caminos por los que escapar de esa realidad, de lo que se te impone, de cómo las relaciones se van deteriorando. Quizás la situación de tensión con su discográfica (con la que terminaban relación tras la entrega de este disco), sea lo que ha provocado que las letras de las nuevas canciones no sean tan directas e intensas como siempre, sino que sus versos estén dominados por metáforas e imágenes oscuras y dobles sentidos.
La música, al igual que las letras, es muy diferente respecto a los anteriores. Suena mucho más limpia y la voz de Jota aparece más clara y mejor tratada. Tambié ha cambiado la forma de componer. Normalmente, hasta ahora, Los Planetas partían de una melodía de guitarra o de una línea de bajo, pero en este disco utilizan mucho más el teclado, no sólo para componer sino también dando más protagonismos a los arreglos de Banin. Además Contra la ley de la gravedad se diferencia del resto de la obra planetaria en que ha sido grabado a medida que se iba componiendo en su Refugio Antiaéreo. Este hecho, que puede ayudar a unos mejores acabados al poder grabar sin prisas, también puede provocar una sensación de dispersión. Para Florent “Puede que se eche en falta el hecho de grabar todas las canciones en un período determinado de tiempo, en el mismo sitio, con los mismos aparatos, con la misma gente”.
El conjunto del disco ha sido producido por la propia banda. El nexo común es que casi todas las canciones se han grabado en directo, capturando ese momento y ese estado de ánimo en el estudio. Buscando cierta frescura, hay canciones con guitarras que casi no se han ensayado y se han dado por buenas a la segunda toma. El resultado final es una colección de canciones más que un LP conceptual. El primer single fue “Y además es imposible” (BMG, 04) cantada por J y Irantzu Valencia de La Buena Vida, en forma de diálogo. El arranque del disco es muy en la linea de “Flotando sobre Loscos” de Unidad de desplazamiento. “El golpe de gracia” es una canción de separación pero con un aire optimista y sin rencor. El disco continua con “Devuelveme la pasta” el tema más pop planetario del disco junto a “Canción del fin del mundo”, en las que encontramos reminicencias de Interpol y Editors. “Nunca me entero de nada” es una canción de medio tiempo y supone el momento álgido del LP. A continuación la psicodélica “Experimentos con gaseosa”, que ya había aparecido en el CD “Los planetas se disuelven” que acompañaba al especial que la revista Cáñamo dedicado a la relación entre música y drogas, atmósferas densas y profundas.
Hasta aquí la parte más importante del disco, formada por seis temas intensos y muy bien estyructurados. Pero a partir de “124” la segunda parte del disco baja mucho las prestaciones. Toda ésta parte puede ser considerada de relleno y hace que el conjunto de la sensación de ser un trabajo cojo y a medio terminar. Según Banin ese hecho tiene una explicación: “Lo hemos hecho de la única manera que hemos podido, ya que las condiciones externas y la infraestructura que nos rodea no son las mejores. Pero eso no ha sido un capricho nuestro”. De ahí la existencia del penúltimo tema “Cumplimentando compromisos contractuales” como explicación para la irregularidad de su último disco (traducción de un tema de TV Personalities, uno de los grupos favoritos de Jota).
Encuentros con entidades es el quinto trabajo del grupo granadino Los Planetas. Su nuevo trabajo sigue la línea que trazaron con Unidad de desplazamiento, su anterior disco. Producido por Carlos Hernández y la propia banda, a lo largo de las diez canciones predomina la potencia guitarrera, letras oníricas, tragedias amorosas y nuevas y envolventes atmósferas, que suponen un claro paso hacia delante aunque estamos ante un trabajo más disperso y menos homogéneo que el anterior.
El disco se abre con dos de los temas más importantes en la discografía de Los Planetas : “San Juan de la Cruz” mezcla la letra de temática mística con un crescendo lisérgico que provoca un subidón de adrenalina, y “Corrientes circulares en el tiempo”, el primer single del disco, un auténtico espiral musical que te va envolviendo progresivamente, acompañada por una letra de desamor planetario. Destaca también “Dulces Sueños”, el tema de mayor duración del disco, cuyos paisajes sonoros están llenos de intensidad y épica.
Los temas pop que se convierten en himno para fans también aparecen en “Encuentros con entidades”. “El espíritu de la Navidad”, “El artista madridista” o “Pesadilla en el parque de atracciones” despachan buen rollo, ironía, cabreo y deseos de venganza por doquier, y “Mis problemas con la justicia” nos lleva directamente a “Línea 1”. Destaca especialmente “Mil Millones de Veces”, una canción circular e intensa que se va haciendo progresivamente más inquietante provocando unas sensaciones totalmente novedosas. “Temporalmente” es el tema más rock, mientras que “Nosotros Somos los Zíngaros” es la más distorsionada.
Encuentro con entidades fue grabado en su Refugio Antiaéreo. Destaca por su sonido más bien contenido dentro del contexto del resto de la obra de Los Planetas. La voz de Jota aparece más intensa y rabiosa que nunca para plasmar los temas de siempre (drogas, desamor y fútbol), pero bajo otro prisma más psicodélico. Según Florent “la psicodelia nos permite flipar, improvisar y crear muchos más paisajes”.
En definitiva, estamos ante una continuación de la linea iniciada con el disco anterior, manteniendo el sonido dominado por guitarras saturadísisimas, baterías tocadas muy fuertes y letras sobre venganza extrema.
1.6. CONTRA LA LEY DE LA GRAVEDAD (2004).
El sexto trabajo de Los Planetas es, de lejos, el disco más flojo del grupo granadino. Sus problemas con la discográfica fueron muy importantes y desestabilizadores. El título Contra la ley de la gravedad siginifica ir contra la corriente principal, contra el poder establecido. La música es una forma de buscar caminos por los que escapar de esa realidad, de lo que se te impone, de cómo las relaciones se van deteriorando. Quizás la situación de tensión con su discográfica (con la que terminaban relación tras la entrega de este disco), sea lo que ha provocado que las letras de las nuevas canciones no sean tan directas e intensas como siempre, sino que sus versos estén dominados por metáforas e imágenes oscuras y dobles sentidos.
La música, al igual que las letras, es muy diferente respecto a los anteriores. Suena mucho más limpia y la voz de Jota aparece más clara y mejor tratada. Tambié ha cambiado la forma de componer. Normalmente, hasta ahora, Los Planetas partían de una melodía de guitarra o de una línea de bajo, pero en este disco utilizan mucho más el teclado, no sólo para componer sino también dando más protagonismos a los arreglos de Banin. Además Contra la ley de la gravedad se diferencia del resto de la obra planetaria en que ha sido grabado a medida que se iba componiendo en su Refugio Antiaéreo. Este hecho, que puede ayudar a unos mejores acabados al poder grabar sin prisas, también puede provocar una sensación de dispersión. Para Florent “Puede que se eche en falta el hecho de grabar todas las canciones en un período determinado de tiempo, en el mismo sitio, con los mismos aparatos, con la misma gente”.
El conjunto del disco ha sido producido por la propia banda. El nexo común es que casi todas las canciones se han grabado en directo, capturando ese momento y ese estado de ánimo en el estudio. Buscando cierta frescura, hay canciones con guitarras que casi no se han ensayado y se han dado por buenas a la segunda toma. El resultado final es una colección de canciones más que un LP conceptual. El primer single fue “Y además es imposible” (BMG, 04) cantada por J y Irantzu Valencia de La Buena Vida, en forma de diálogo. El arranque del disco es muy en la linea de “Flotando sobre Loscos” de Unidad de desplazamiento. “El golpe de gracia” es una canción de separación pero con un aire optimista y sin rencor. El disco continua con “Devuelveme la pasta” el tema más pop planetario del disco junto a “Canción del fin del mundo”, en las que encontramos reminicencias de Interpol y Editors. “Nunca me entero de nada” es una canción de medio tiempo y supone el momento álgido del LP. A continuación la psicodélica “Experimentos con gaseosa”, que ya había aparecido en el CD “Los planetas se disuelven” que acompañaba al especial que la revista Cáñamo dedicado a la relación entre música y drogas, atmósferas densas y profundas.
Hasta aquí la parte más importante del disco, formada por seis temas intensos y muy bien estyructurados. Pero a partir de “124” la segunda parte del disco baja mucho las prestaciones. Toda ésta parte puede ser considerada de relleno y hace que el conjunto de la sensación de ser un trabajo cojo y a medio terminar. Según Banin ese hecho tiene una explicación: “Lo hemos hecho de la única manera que hemos podido, ya que las condiciones externas y la infraestructura que nos rodea no son las mejores. Pero eso no ha sido un capricho nuestro”. De ahí la existencia del penúltimo tema “Cumplimentando compromisos contractuales” como explicación para la irregularidad de su último disco (traducción de un tema de TV Personalities, uno de los grupos favoritos de Jota).
1.7. LA LEYENDA DEL ESPACIO (2007).
Los Planetas celebran sus 15 años de existencia con su séptimo álbum La leyenda del espacio, un título que es un claro homenaje al álbum de Camarón La leyenda del tiempo (1979). En ese disco experimental Camarón abría el flamenco al rock, teniendo una enorme repercusión tanto para el flamenco como para la música moderna. En La leyenda del espacio, Los Planetas dan un paso similar pero desde la otra orilla, encontrando un nuevo lenguaje para el rock al abrir su expresión al flamenco. Y lo consiguen porque no cambian de vocabulario, no hay palmas ni guitarras flamencas. Predomina su discurso habitual de rock psicodélico y eléctrico, pero con un fondo de pasión, intensidad y hondura sentimental.
Erik es capaz de adaptar los complejos ritmos a los sonidos de la batería. Miguel excava espacios con el bajo para los fraseos de Jota, que adapta las estrofas del flamenco a su propia voz sacándole más emoción que nunca. Las letras están en gran parte extraídas del imaginario del flamenco clásico, el folclore popular absorbido a través de Fosforito, Antonio Mairena, Manolo Caracol, José Menese o Enrique Morente. Florent, por su parte, retuerce las guitarras eléctricas creando arabescos psicodélicos que sustituyen las florituras de la guitarra flamenca, mientras Banin se aparta de los teclados para añadir más guitarras, creando muros de sonidos arrolladores. Es el disco más flamenco de Los Planetas pero también el más psicodélico y eléctrico. Se sirven del flamenco para dotar a su propio sonido de más intensidad y llevarlo a lugares hasta ahora desconocidos.
La leyenda del espacio se inicia con “El canto del Bute”, unos tientos donde las guitarras eléctricas actúan de fondo ante la descripción atormentada de un infierno emocional que hace Jota (“Me estoy quedando sin fuerzas, sólo espero ya la muerte; me falta sangre en las venas, mi corazón se retuerce; me estoy muriendo de pena y tú no vienes a verme”). Su mejor arranque desde “Segundo premio”. La segunda canción que aparece es “Si estaba loca”, una canción superlativa , en la que alrededor de la rítmica melodía de unos verdiales brotan vertiginosas espirales de ruido formando un creciente muro de electricidad que refleja sus influencias originales (My Bloody Valentine o The Jesus And Mary Chain) para agrandar su noise-pop más épico. Es un medio tiempo destemplado con una letra inquietante, mucha clase. En “Negras las intenciones” también predomina la electricidad psicodélica más espacial y oscura de Los Planetas inyectándole en el alma el hondo de unas soleares.
También aparece la psicodelia en forma lírica, no siempre marcada por la sangre y la pena. “Entre las flores del campo” desgrana psicodelia pop mezclado con el colorido jovial de unos caracoles y “La Verdulera” tiene un punto lisérgico de alegría lúdica e irónica. “La Que Vive En La Carrera” son unas granaínas adaptadas de modo explosivo para abrirle un nuevo universo rítmico al rock eléctrico.
En otras canciones aparece el sonido más tradicional de Los Planetas pero a través de una renovada frescura. “Alegrías Del Incendio” tiene la inmediatez de un primer single que recuerda a “Mi hermana pequeña” y “Deseando una cosa” son unas luminosas cantiñas con teclado sesentero que recuperan el sonido optimista y desafiante de “Super 8”. “Sol y Sombra” también recuerda las influencias originales del grupo desde el lado más oscuro (Joy Division, Mercury Rev y Pale Saints). También podrían encajar en cualquier disco anterior “Reunión en la cumbre” y “Si me diste la espalda”, impactos de noise-pop melódico y rotundo con una contundencia eléctrica inusitada. No aburrir haciendo lo de siempre es otra muestra de su enorme talento.
La última canción es una caña cantada por el maestro Enrique Morente. “Tendrá que haber un camino” es un estremecedor lamento jondo dedicado al tristemente fallecido Aleix “Sideral” (amigo personal de Jota y de Florent), donde la poderosa voz de Morente está perfectamente integrada en medio de una inquietante, oscura y narcótica tensión eléctrica.
En definitiva, estamos ante un disco imprescindible en la historia del rock en castellano del siglo XXI, reivindicando una identidad propia en un lenguaje universal pero tan anglosajón como el rock. Ese sentimiento particular extraído de las raíces más profundas del folclore es un signo de distinción, igual de definitivo que cantar en español.
Florent explica lo difícil que ha sido este paso hacia delante en su carrera. “Hemos hecho una especie de experimentación pura y dura. De coger una canción flamenca, con tiempos marcados, y nos hemos quedado a lo mejor con la melodía y sobre la melodía empezábamos a funcionar. O respetábamos ese ritmo y componíamos la melodía sobre ese ritmo. Muchos temas han salido a la primera, pero otros no. El flamenco tiene una cedencia bastante siniestra, en el sentido que es muy desgarrada. Ha habido temas por la melodía y por la letra flamenca daba la sensación de que éramos un grupo siniestro”.
Banin también explica las causas de esa transformación: “No podíamos hacer otro disco siguiendo la misma dinámica. Necesitábamos salir de ahí. Cuando cantó Morente una de las canciones y la escuchamos nos quedamos flipados porque eso sí que era una unión entre dos mundos: entre la forma de ver nuestra música y el flamenco. Eso sí que parecía algo nuevo de verdad, algo que no se ha escuchado nunca”.
2. Aparición, repercusión y originalidad.
2.1. Los Planetas, ¿un grupo “indie”?
La aparición de Los Planetas se produce en plena efervescencia de lo que se conocerá como escena indie nacional. Como “indie” entendemos aquella música realizada por un artirta o un grupo que se mantiene lejos de la influencia de lo que conocemos como “mainstream” (música que cuenta con grandes medios para su producción y comecialización, que llega con facilidad al público, que se caracteriza por ser de carácter comercial y poco innovador). Para la revista New Musical Express, la definición de indie es no estar conectado con una gran discográfica (Warner, Universal, Sony BMG y EMI). Esta definición no es del todo correcta ya que las discográficas pequeñas también se dedican a vender. Además, algunos de los artistas con más alma y actitud independiente, trabajan bajo el sello de éstas gigantes discográficas con total libertad creativa, como es el caso de Sonic Youth, Radiohead, Pulp o Flaming Lips.
A finales de los 80 el término indie se asoció a bandas de pop y rock que recogían todas las influencias recibidas y las llevaban más allá, mezclando rock, punk y vanguardia, para llegar a un pop muy elaborado. Los grupos más representativos fueron Sonic Yoth, Violent Femmes, Pixies, Dinousar Jr y My Bloody Valentine, entre otros, y sus discos fueros editados por pequeños sellos independientes.
Los Planetas, desde su aparición, han sido considerados como la cima de ese movimineto alternativo que surgió en España entre 1994 y el año 2000, y que culminó en la celebración del Festival Internacional de Banicássim en 1996. Sin embargo, los granadinos siempre se han defendido diciendo que ellos nunca han sido un grupo indie porqué, desde su primer disco, graban bajo el sello de una multinacional (RCA). Hacia 1990 se produce en España la explosión indie, en la que aparecen inumerables grupos que intentan clonar el sonido ruidoso de grupos americanos como Pixies o Sonic Youth, sin dar demasiada importancia a lo que decían, cantando en un inglés bastante pobre y usando guitarras sónicas.
Cuando el indie se puso de moda la única excepción fueron Los Planetas, ya que recogían la influencia de grupos anglosajones de guitarras como los Mercury Rev de la primera época, o los británicos Spacemen 3 y Joy Division, así como del flamenco. A diferencia de la mayoría cantaban en castellano y sus letras eran oscuras y pesimistas. Después de grabar un single con el pequeño sello Elefant Records firmaron por la multinacional RCA, en lo que muchos consideraron como una traición para la música independiente. Jota saldría al día siguiente a uno de sus conciertos con la camiseta de la discográfica a modo de provocación. Era una muestra de protesta hacia lo que consideraban una interpretación errónea de la música. Ellos se consideraban únicamente como una banda de rock&roll. Querían evolucionar y firmar por un sello importante les daba esa posibilidad, además de mantener plena libertad creativa.
Después de la eclosión de la escena indie muchos grupos desaparecieron. Actualmente solo siguen en activo tres de aquella época: Sr Chinarro, Lagartija Nick y Los Planetas. La etiqueta “indie” con que se definió a la emergente escena española de los noventa era tan vahga y heterogénea como reduccionista, aunque realmente se trataba de englobar a una música hecha con guitarras, entre el pop y el rock, pero que podía hacer uso de medios electrónicos y con una actitud muy amateur.
2.2. Letras en castellano.
Con la aparición y el auge de la escena independiente la mayoría de los grupos que aparecen en España optan por cantar en inglés, para diferenciarse de los grupos mediocres que repiten sin cesar las radiofórmulas y por influencia de sus grupos favoritos. Pero Los Planetas, desde el principio, se convierten en el grupo más importante de su generación, demostrando que se puede ser diferente, profundo e intenso cantando en castellano. Jota explica lo raro de esa situación inicial: “Al comienzo de esto del indie, en las listas de mejores discos del año y en todas las encuestas de ese tipo éramos los únicos que cantábamos en castellano, y nos sentíamos raros. Lo que está claro es que en castellano sé lo que digo y en inglés no sé exactamente lo que digo. Me da corte hablar de tonterías”.
Jota se convierte desde el principio en uno de los mejores letristas en español, por explícito, intenso y directo. Debajo del ruido de las canciones de Los Planetas, se intuye la voz de Jota, siendo a veces imperceptible en una primera escucha, haciendo caso omiso a los consejos discográficos de subir la voz y hacerla más clara. Violencia, sexo, drogas, viajes y ciencia-fición son algunas de las cosas de las que hablan sus letras, aunque las más intensas van de amor y desamor.
Las letras de Los Planetas se convierten para en fan (entre los que me encuentro), en la banda sonoro de su vida, identificándose en multitud de ocasiones hasta tal punto, que te hace dudar sobre la posilbilidad de que Jota no esté observando nuestras vidas desde la lejanía para poder desgarrarnos por dentro. Para Jota las letras son muy importantes y dedica a ellas un gran cuidado: “Quiero ser lo más claro posible con mis letras, y me da mucho miedo hacer el ridículo. Están al borde de lo que puede resultar patético. Hay un punto que separa lo genial de lo ridículo, y me da pánico no saber mantener el equilibrio”.
Juegan un papel importante en los discos de Los Planetas los títulos de las canciones y los juegos de palabras y las segundas intenciones que se encierran en ellos.
Los títulos de las canciones.
Los títulos de las canciones destacan por su originalidad. Muchas veces nada tienen que ver con la letra. Algunos de los títulos más representativos del universo planetas son los siguientes:
“10.000”
(J): Con diez talegos consigues ser feliz en este mundo. Diez talegos y “flipas”.
(Florent): Ahora son más: quince talegos, por lo menos.
“Brigitte”
(J): Es Brigitte Bardot, un prototipo de belleza superganso que a mí me “flipa”. También era una novia de Florent que encajaba en ese prototipo.
“Rey Sombra”
(J): El Rey Sombra es un personaje con poderes psíquicos que lucha contra la Patrulla X.
“La caja del diablo”
(J): Un día de “tripi” me quedé dormido y tuve un sueño que me dejó “flipado”. Conocía a una tía y me enrollaba con ella. De repente, era mi hermana, se transformaba en el diablo y yo la encerraba en una caja y luego salía y… bueno. Mi hermana otra vez, ¿no? Son sólo personajes. Mi hermana es superbuena tía: estudia Derecho. No hay que tomarse en serio estas cosas. ¿Qué pasa? ¿Qué Vladimir Nabokov se folló a Lolita y luego hicieron lo mismo James Mason y Stanley Kubrick?”.
“DB”
(J): Es David Baker, claro. Kurt Ralske es supercolega suyo y le pidió que cantara en nuestro disco Pop (RCA, 1996), aunque fuera por teléfono. Pero no consiguió encontrarlo porque estaba produciendo a un grupo.
“Ciudad azul”
(J): Ese título es de Florent; que lo explique él.
(Florent): Pues no me acuerdo…
“La máquina de escribir”
(J): Pero, ¿Cómo hiciste esa asociación de ideas? La canción no tiene nada que ver, pero no se nos ocurría nada y va éste y dice: “La máquina de escribir”. Claro tío, la máquina de escribir. ¿Cómo se lo iba a discutir nadie?.
(Florent): Es el paradigma de título que no tiene nada que ver con la canción y al mismo tiempo dice mucho.
(J): Ah, ¿sí?
“David y Claudia”
(J): Se la puse a un amigo mío, Jesús Izquierdo, que es el que ha hecho los arreglos de “La Copa de Europa”, y me dijo: “Éstos parecen David Copperfield y Claudia Schiffer”. Yo no había caído, pero su historia define perfectamente la canción.
“El coleccionista”
(J): La película de William Wyler.
“8”
(J): Es la hora a la que te despiertas.
(Florent): Ésa fue idea de May.
“Aeropuerto”
(Florent): Una palabra que me gustaba.
(J): La historia de la canción también lo reclamaba, porque es sobre alguien que vive cerca del aeropuerto y ve desplegar los aviones.
“Prefiero bollitos”
(Florent): Un día se nos acabó la cocaína y dije: “Pues prefiero bollitos”.
(J): Como queriendo decir: “Prefiero estar muerto”; que es como obviamente se debería llamar la canción. Entonces vino May y dijo que esa canción no se llamaría “Prefiero estar muerto” por cojones. Lo de bollitos supongo que se refiere a las niñas así jovencitas.
“El centro del cerebro”
(J): es el centro de operaciones del universo, donde se maneja el cotarro. La canción habla de lo que haré si consigo controlarlo: “fliparéis” cuando sea yo quien domine.
“Manchas solares”
(J): Psicodelia pura.
“Espiral”
(J): Es la psicodelia por antonomasia. La sensación típica de cuando estás “flipando”, que todo se repite como en una espiral. A mí me pasa y por eso lo puedo explicar, pero es una sensación extraña. Todas las percepciones se van conviertiendo como en un ciclo, y al final desaparece por abajo como un embudo…
“Línea 1”
(J): El autobús que sube al polígono donde Florent vivía antes, un barrio de casas chungas como el de Sevilla.
“La copa de Europa”
(J): Cuando Koeman tiró la falta ésa, mientras el balón iba por el aire, me pasaron todas esas ideas por la cabeza. Eso es lo más grande, ser feliz: la Copa de Europa. El disco empieza con el “Segundon premio”: “Si no te tengo, pero al menos puedo hacerte daño, ya sirve para algo”. Ése es el segundo premio, y después de todo lo que pasa el supuesto personaje durante el disco gana la Copa de Europa, que es algo así como descubrir la verdad. Ése es el primer gran premio.
“Un día en las carrera de coches”
(J): Suenan como unos ruidos raros del moog o del theremin o de no sé qué suena ahí, y nos recordaban al ruido de las carreras de coches.
“La guerra de las galaxias”
(J): Es el símbolo de una idea bestial, ¿sabes? Es una forma de vida en sí misma. Sólo tienes que ver la película para ver que expresa perfectamente lo que quiere decir la canción, es la idea base.
“Sin título”
(J): Como se puede comprobar, a algunos títulos sí le damos vueltas, pero a otros, no. No discutimos, pero a veces van saliendo nombres y ninguno nos gusta. Así es como alguien dice algo como “La máquina de escribir” y acaba colando, aquí no salió nada.
“Un buen día”
(J): Quería reflejar un trozo puntual de mi vida, algo que no me define ante los demás ni tiene mucha trascendencia, y que tanto tú como el chaval que escucha la canción se pueden identificar con ella sin tener que pensar que esas cosas solo les pasa “al J” que es artista. Si lo consigo, entonces estoy contento.
Los títulos de discos.
También son muy sugerentes los títulos de los discos, que tienen referencias muy diversas.
Super 8 (RCA, 1994).
El título hace referencia a la búsqueda del grupo por no sonar muy limpio, para ofrecer un sonido más auténtico, igual que el formato de grabación del Super 8. Es el disco más representativo de la producción alternativa española de los años 90.
Pop (RCA, 1996).
El título hace referencia al hecho de que se alejan del noise, con temas más emocionales y lisérgicos. Ofrecen lo que para ellos es el “pop” auténtico, sin prejuicios.
Una semana en el motor de un autobús (RCA-MBG, 1998).
(J): El título del disco surgió cuando me encontré a un colega al que no veía desde hace tiempo, y le pregunté: “¿Qué tal, cómo estás?”, y me respondió que había estado mal, que había sido como estar una semana en el motor de un autobús.
Unidad de desplazamiento (BMG, 2000).
(J): El título encierra bastantes ideas. La principal es la sensación se salir fuera, de no quedarte quieto y paralizado ante cualquier problema o situación. En lo que respecta al grupo, el título recoge la idea de que Los Planetas es una formación que tiende a mirar hacia delante, a no repetirse en fórmulas pasadas.
Encuentro con entidades (BMG, 2002).
El título hace referencia a las atmósferas complejas que protagonizan la obra, dominada por la potencia guitarrera, letras oníricas y tragedias amorosas.
Contra la ley de la gravedad (BMG, 2004).
Este título describe la lucha contra los elementos que ha tenido que vencer para poder grabar el disco. Especialmente difícil la relación con la discográfica, que al final se soluciona.
La leyenda del espacio (BMG, 2007)
El título es un homenaje al álbum de Camarón La leyenda del tiempo (1979). El romanticismo tortuoso de las letras de Jota encaja perfectamente con la retórica flamenca. La portada del disco es la primera que no realiza Javier Aramburu. El autor es Daniel D´Ors, que presenta una portada misteriosa y minimalista.
2.3. La relación con las drogas.
Los Planetas le han cantado mucho a la droga. Sin subterfugios ni hipocresías, haciendo siempre uso de metáforas evidentes. Jota trata como nadie el tema de las sustancias estimulantes en sus canciones. Y lo hace por experiencia, logrando ser decididamente inconcreto, construyendo bonitas frases para recresar viejas sensaciones sin caer en la repetición de esquemas propios o ajenos. Y eso que, desde los más primitivos bluesmen rurales hasta los grandes nombres del flamenco, pasando por Parálisis Permanente, Siniestro Total, The Velvet Underground o Spacemen 3, la droga es un lugar común en el cancionero universal.
Florent explica que “utilizamos las drogas como un campo de conocimiento personal. Las drogas, para crear, te abren puertas a nuevas visiones que de otra forma sería imposible que surgieran”. Los Planetas no ocultan sus hábitos, ni en sus letras ni en entrevistas, pero tampoco van de toxicómanos autoconscientes
Los Planetas le dan una actual y nueva vuelta de tuerca. En 1994 aparece el primer cd del grupo, Super 8, con una portada inolvidable en la que el diseñador Javier Aramburu plasma la alucinógena esencia de la banda en un muñeco indie agarrado a su guitarra, con la cabecita gacha, sobre un espiral multicolor que ya ha adquirido la categoría de icono. El disco se abre con un monumental clásico del pop rock lisérgico, “De viaje”, que nos ofrece los avances tóxicos con un poderoso noise pop de fondo para escapar de la realidad.
En 1996 Los Planetas editan Pop, con una delirante portada multicolor que añora los 60 y un diseño interior a juego, donde Aramburu nos muestra las cápsulas y pastillas que sirven de combustible a la banda. En “Jose y yo”, por ejemplo, Jota canta: “Tomamos cualquier cosa y viajamos en alfombras y todo parece distinto, siempre es otro sitio”.
En 1998 se publica Una semana en el motor de un autobús, un cd casi conceptual consagrado al desamor y la droga, en la que la enorme X negra sobre fondo naranja advierte desde la portada que estamos ante un disco tóxico y corrosivo. En “Cumpleaños total”, el estribillo reza: “¡Y aunque juré que nunca más, me acerco hasta al servicio a que me pongan otra!” “Linea 1” es una canción donde la adicción muerde la cola del remordimiento: “Lo he pensado esta mañana, levantarme de la cama, comprar algo de comida y empezar con otra vida. Y después pensé, mejor que no y puse la televisión, subí a pillar un poco más, después de todo esto no está mal”.
Unidad de desplazamiento, publicado en el 2000, aparece con una portada en la cual una nave espacial deja una estela blanca bajo la nariz de una cocainómana endemoniada. La psicodelia domina en el disco. Según Florent, “la psicodelia es una parte de la música que nos permite flipar, improvisar y crear muchos más paisajes”. Con la canción “Un buen día”, aplastante pieza pop y hit definitivo del disco, llega el escándalo: el casi fotográfico costumbrismo del texto (“He estado con Erik hasta las seis y nos hemos metido cuatro millones de rayas / y no he vuelto a pensar en ti hasta que he llegado a casa / y ya no he podido dormir como siempre me pasa”) trae problemas al grupo cuando los ejecutivos de RCA deciden sustituir la frase “y nos hemos metido cuatro millones de rayas” por la frase “y se ha lesionado el de rayas”, para poder programar la canción en ciertas emisoras de radio. Al final la banda aceptó. Según Jota, “fue una concesión, no podemos andar siempre peleando: somos artistas, pero estamos en una compañía comercial”.
Así pues, con este repaso hemos comprobado la naturalidad con la que la banda toca el tema de las drogas, aunque sin hacer campaña de ello.
2.4. Influencias.
Los Planetas han dejado en su discografía y en sus entrevistas una serie de datos sobre cuáles son sus bandas favoritas, las canciones y los discos que le han servido de inspiración para algunas determinadas canciones. En la música pop todo está practicamente inventado, y componer es un poco como dejar escapar las influencias que llevas dentro. Lo original de Los Planetas es que parten de esa base para reinventarse por completo, consiguiendo un sonido muy identificativo de ellos, “el sonido Planetas”, aparentemente alejado de cualquier influjo.
Florent explica que a la hora de componer “me dejo llevar por cualquier cosa menos por mis grupos favoritos. A la hora de coger una guitarra, que para mí es un momento mágico, me influyen un compendio de situaciones, sobre todo ajenas a la música, como una película que acabo de ver en ese momento o una pelea con mi novia. Si de repente surge alguien que llama mi atención, eso me hace sentir otra vez que hay un montón de cosas vivas en la música y dentro de mí. Admiro a esos grupos, pero no se convierten en referencia de lo que hago”.
Sorprendentemente, a Jota también le influyen igual sus grupos favoritos (Spaceman 3, Television Personalities, Joy Division) como las películas que más le interesan. “Las películas te afectan mucho porque alguien ha puesto ahí su vida. Pero también me influyen conversaciones con amigos. En el fondo soy como una esponja. Todo me sirve: libros, películas, cómics… frases de Aldous Huxley, Raymond Chandler…”.
Aún así hay canciones que recuerdan a grupos concretos. Algunas reminiscencias son musicales y otros de letras. Destacan especialmente las siguientes:
“Pegado a ti”
Casi una versión no acreditada de “With A Girl Like You”, de The Troggs.
“Brigitte”
El popular “If Can´t Change Your Mind” incluido en el primer álbum de Sugar tiene partes de la letra casi traducidas, como el fragmento “si no puedo cambiar tu forma de pensar entonces nadie lo conseguirá”.
“De viaje”
¿Cómo no relacionar letras como “podemos irnos juntos lejos de este mundo tú y yo / en un viaje por galaxias infinitas hacia el sol”, con las canciones del primer y único disco de sus adorados Family? Tema como “La noche inventada” o “Viaje a los sueños polares” lo dejan bien claro.
“10.000”
Cercana, incluso en exceso, al ruidismo sosegado de los primeros singles de Moose.
“Rey Sombra”
La frase “ mientras fuera en la calle llueve el sol como miel” está inspirada en la célebre “Suzanne”, de Leonard Cohen.
“Desorden”
No es sólo es un homenaje a Ian Curtis, cantante de Joy Division que se suicidó en la cocina de su casa el 18 de mayo de 1980 por motivos que van desde su epilepsia hasta el hecho de tener que decidir entre su mujer y su amante. Ian se pasó la tarde escuchando discos, mirando fotos y viendo una película, “Stroszek”, de Werner Herzog, cosas que se reflejan en la letra de “Desorden”. Pero es que, además, la frase “He encontrado algunos fotos que hace tiempo ni miraba” recuerda a “I´ve been looking for you so long for this pictures of you” de “Pictures Of You”, de The Cure. El mismo Jota lo reconoce: “La idea de “Desorden” parte de esa canción de Robert Smith.
“DB”
Una referencia a David Baker, ex cantante de Mercury Rev (y amigo del productor Kurt Ralske, que trabajó con Los Planetas en sus disco Pop y Una Semana en el motor de un autobús). La inicio de la canción recuerda a “Ceremony” de Joy Division, mientras que el resto nos lleva a la canción de los Rev “Chasing A Bee”.
“8”
El fragmento de la canciónn “Double Summer”, del álbum “Soft Bomb” de los neozelandeses The Chills, que es el origen de “cuando me despierto es casi por la mañana / lleva encima sólo la sábana / y por la ventana entran ya algunas luces”. Hay también claras influencias –más musicales que literarias- de The Chills en piezas como “Toxicosmos”.
“Aeropuerto”
Según el propio J, “hay partes de la letra que pueden recordarte a canciones de Alaska y Los Pegamoides”. Seguramente se refiere a “todo eso que dijiste cuando estábamos saliendo / que ya no querías verme nunca más / no pensé que fuera cierto”.
“Segundo premio”
La melodía de voz de J al inicio de la canción está sacada de “Smoke Signals”, uno de los mejores temas del segundo álbum de The Magnetic Fields. También suena parecida a algunas armonías de Etienne Daho.
“Cumpleños total”
Revisión canalla y más contundente de “Rebelde sin caspa”, de Beef, incluido en “Beef Tongues”.
“Nueva visita a la la casa”
“Ése era un tema en que Raúl Santos tuvo mucho que ver; y como le gustaban mucho los Red House Painters, por eso suena tanto a ese grupo”, dice J. No sólo musicalmente. La letra también hace pensar en temas como “Medicine Bottle”: “Trajes y cortinas cuando estaban a punto de olvidar los días de la casa de cristal / polvo en las ventanas y las velas amarillas y las luces que tu hermana nos regaló”.
2.5. Actitud rebelde y relación con los medios.
Los Planetas no has tenido una fácil relación con los medios, especialmente con aquellos alejados a la prensa especializada. Cuando habla de los medios, Erik se muestra tajante: “Nuestra relación con los medios es bastante dura, somos un grupo que molesta bastante. A los medios clásicos no les gusta nuestra música, ni nuestra ropa ni nuestra actitud”. La polémica de Los Planetas con ciertos medios no tienen fin.
Lo cierto es que los grandes medios, al margen de que el grupo rechaza de principio cualquier imposición comercial ajena al seno de la banda, éstos jamas le han dedicado el tiempo necesario para escuchar la música de Los Planetas con atención. Además, el grupo, según manifiesta Jota, no pretende facilitar esta labor “no estoy preparado para repetir diez mil veces las mismas respuestas, quizás porque me faltan palabras o no soy lo suficientemente listo como para cambiar mis apreciaciones”.
Por su parte, a pesar de que la prensa especializada les ensalza y respeta la propuesta musical de los granadinos, sobretodo después de la publicación de Una semana en el motor de un autobús, ésta puede ser tan dañina como la local o nacional. Jota critica con dureza la actitud hipócrita de algunos periodistas; “cuentan que Los Planetas se drogan sin mencionar que ellos también se están metiendo rayas con nosotros”.
Pero por otro lado, también hay que decir que los granadinos fueron protagonistas de La Semana de … en 40 TV de Canal Satélite Digital del 9 al 15 de Octubre del año 2000. Allí J, Florent y Eric departieron durante una hora con Julián Ruiz, dando un repaso a todos sus videoclips y hablando sobre el pasado y el presente de Los Planetas. Mencionar que en el mismo canal de televisión ofrecieron íntegro el concierto que el grupo ofreció en el Festival de Benicássim de ese mismo año.
Así las cosas, parece claro que Los Planetas siguen sumidos en la continua contradicción que les supone estar en una multinacional que les deja hacer la música que quieren pero que a la vez les obliga a ciertas concesiones promocionales que el grupo acepta (cuando lo acepta) de mala gana. Jota sigue convencido de que “llegará el momento en el que muchísima gente comprará nuestros discos sin necesidad de bajar nuestro listón creativo. No podemos traicionar a nuestra música por la promesa de vender. No creo que sea buena idea convertirse en un grupo de spot. Australian Blonde se dejaron engañar y olvidaron mantenerse fieles a unos ideales”. El vocalista es consciente que Los Planetas son un grupo respetado y que logra ventas récord en el lanzamiento de sus singles sin apenas necesidad de promoción. Sus fans no suman millones pero son siempre muy fieles y cualquier publicación de nuevo material es consumida por ellos con devoción. Y es que Los Planetas no rechazan las ventas y saben que es lo verdaderamente importante. Eso sí, quieren vender aquello que puedan transmitir con su música.
Durante la promoción de su disco Unidad de desplazamiento (2000) tuvieron algunos encontronazos con grandes medios. Por una parte recibieron la petición de grabar una nueva versión de la canción ´Un buen día´ para que se pudiera radiar por la Cadena 40 Principales. El motivo de dicha censura fue la frase ´[…] y nos hemos metido 4 millones de rayas […]´, que tenía que ser sustituida por ´[…] y he leído en el Marca que se ha lesionado el de rayas […]. Con decisiones de este estilo los 40 siguen demostrando que la música les importa bien poco, que no entienden su dimensión estética y que únicamente son una plataforma publicitaria.
Del mismo modo, el día 18 de octubre del 2000, Los Planetas debían actuar en el programo Lo + Plus, pero se marcharon sin realizar la promoción prevista por falta de acuerdos técnicos. Lo cierto es que, discrepancias en el tema que debían interpretar dio lugar a un conflicto directo. Mientras en grupo que tocar “Santos que yo te pinté, la dirección del programa se decantaba por “Un buen día” en su versión políticamente correcta. Al final abandonaron el estudio poco antes de la emisión del programa en directo con lo que seguísan agrandando su fama de grupo maldito.
Pero su actitud respecto a la prensa no viene de una mala crítica que no han podido encajar. Los Planetas miran y sienten la música 24 horas al día e intentar analizar cualquier comentario al respecto, y saben que todo tiene que ser analizada con distancia. Jota reconoce que una buena crítica puede ser incluso más perjudicial que una negativa: “quizás se habló del grupo como algo mayor de lo que era en realidad. La prensa empieza a subir al grupo antes de que esté preparado. Creerte lo que dicen de ti puede traer malos rollos, piensas que eres un músico del copón, que eres más de lo que en realidad eres y así vienen los bajones, al ver que eso no se concreta…”.
Los Planetas empezaron a conocer como eran las promociones de los discos en una entrevista que concedieron a Onda Madrid sobre Super 8. Cuando llegaron al estudio el tío, empezó a hacer preguntas sin sentido mientras estaba leyendo la hoja promocional porque no sabía nada del grupo. Al principio Los Planetas se quejaron de que los críticos hablaban de ellos como un grupo para adolescentes únicamente porque eran terriblemente jóvenes.
Muy diferente es la relación de Los Planetas con los medios alternativos, la cual, especialmente desde Una semana en el motor de un autobús, es una relación de enamorados. Mondo Sonoro, AB, Ruta 66, efe eme, han destacado siempre al grupo como el mejor de la escena independiente española, con mucha diferencia respecto a los demás. Aunque muy significativo ha sido el apoyo de Rockdelux, cuyo poder en la escena alternativa es inmenso, y arrastra al resto. Rockdelux ha publicado el único libro que se ha escrito sobre Los Planetas, publicado en 1999 y escrito por el crítico Jesús Llorente.
Tanto Florent como Jota tienen entre sus amigos a los críticos y los periodistas musicales más influyentes de la prensa nacional. Jota explica que “tengo más cosas en común con muchos periodistas que con algunos músicos, y muchos críticos de Rockdelux se han comprado los mismos discos que yo, les llevo leyendo desde hace mucho tiempo, incluso antes de que existieron Los Planetas; hay una buena relación. El éxito en Rockdelux se debe a que ofrecemos una especie de espíritu, una cierta intensidad que la mayoría de los grupos de la escena indie no ofrecen”.
Sin embargo, Los Planetas siempre dicen que de la música es mejor no hablar ya que es inútil hacerlo. Florent explica que “Hablar de las sensaciones de la música, de la filosofía de la música, y perderse en palabras y en ideas es absurdo, porque la música es música, y los que están alrededor de ella intentan capturarla con palabras y darse una razón para hacerla creíble”.
2.6. Los Planetas en concierto.
He visto a Los Planetas cerca de 37 veces en todo tipo de conciertos; presentación de un disco, festival multitudinario, fiestas mayores de pueblos, y, pese a las dificultades con las que se han encontrado, siempre han mostrado su poderío en directo, pese a que a veces arriesguen con canciones poco atrayaentes para el público no devoto.
La prensa no especializada, a veces, no está formada para ver a un grupo que se les escapa de sus concepciones pre-históricas sobre lo que entienden como música española. En uno de sus conciertos de la gira del año 1994, en sus inicios, tocaron una versión muy distorsionada de ´La caja del diablo´de 23 minutos. Al ver semejante espectáculo de ruido, con May tocando el bajo de espaldas y la voz de J sonando sucio por debajo de la electricidad de las guitarras, un periodista de Diario 16 escribió que Los Planetas eran como los curas de las misas antiguas, que daan las ceremonias en latín y de espaldas al público.
Los conciertos de Los Planetas siempre han sido motivo de controversia. O tenían el día y lo bordaban o se pasaban de vueltas y no transmitían… Pero desde el varapalo del FIB 98 el grupo ha enderezado definitivamente el rumbo y ahora cada concierto es una demostración de profesionalidad y efectividad. Jota explica como se produjo esa transformación: “fue Eric el que tomó un poco los mandos e impuesto su criterio sobre como deben ser los directos. Ahora estamos más mentalizados de que la gente ha pagado por vernos y no nos dejamos llevar tanto por las sensaciones que uno tiene tocando”.
El grupo se ha concienciado de que los shows de corte psicodélico suelen encontrar una respuesta fría entre el público, mientras que los directos más directos son mejor acogidos. Aunque ellos disfruten menos, el público se ve más reconfortado. Para Jota “Quizás cuando un grupo como Los Planetas, Spiritualized o My Bloody Valentine disfruta visiblemente en el escenario eso es síntoma de qaue el espectador medio no lo esté pasando tan bien. Y en cambio cuando el artista sufre por mantener cierto equilibrio, por estar centrado y tocar como un profesional, es cuando la gente lo aprecia de veras. Y ahora hemos decidido que no podemos caminar más sobre el filo en el tema de los disrectos, porque el llevar las cosa hasta el límite puede estar tan cerca de lo genial como de lo ridículo.
Especialmente importante es la relación que han mantenido Los Planetas con el Festival Internatcional de Benicassim. El grupo goza de un trato especial y excelente por parte del festival de Benicassim, todo ello en gran parte propiciado porque Jota y Florent son amigos personales de los hermanos Morán, organizadores del festival y propietarios de la Sala Maravillas entablaron amistad con la banda desde sus inicios. El primer concierto que Los Planetas efectuaron fuera de Granada fue precisamente en la Sala Maravillas de Madrid, la cual estrenaba con ellos la multitud de conciertos que ha programado con posterioridad, donde los grupos noveles han tenido la opostunidad de mostrar sus primeras composiciones.
Los Planetas son el único grupo estatal que ha conseguido actuar en el FIB en ´prime time´, metiendo la cabeza entre los gigantes británicos y es que el carisma de Jota y los suyos alcanza niveles elevadísimos entre el público asistente al festival. Después de su conflictivo concierto de 1998, en el 2000 volvieron a participar en una nueva edición del FIB. Ofrecieron una actuación segura y convincente, sin hacer demasiado inciso en sus nuevas composicione y metiéndose a todo el público en el bolsillo con sus temas más conocidos.
... La importancia de Los Planetas en la escena musical española y la complejidad y densidad de sus discos, hacen necesario una revisión a fondo de su obra. En este análisis he realizado un esbozo de aquellos aspectos que hay que resaltar y analizar, pero, sin duda, este estudio puede profundizarse más.
Es posible la realización de un libro en el cual se siguiese el mismo esquema de este análisis, pero profundizando más en cada punto. La obra sería necesario acompañarla de una entrevista en profundidad de cada uno de los miembros de Los Planetas, para ver como ven la escena musical en la actualiadad, tanto en España como en el exterior, además de intentar indagar en la evolución que han experimentado a lo largo de los años.
Por último, sería recomendable estudiar aspectos que no he podido desarrollar en el trabajo pero que sería interesante destacar. Una es la importancia que han dado siempre a la publicación de los singles desde el principio de la banda y las recopilaciones tan cuidadas que han editado, para sus fans. También habría que explicar el estudio de grabación que ha montado Los Planetas en Granada, y el sello discográfico que han creado (El ejército rojo), para potenciar a grupos noveles, demostrando su pasión por la música en su sentido más amplio y de base, en su esencia.
También sería interesante analizar lo que piensan determinados músicos, críticos o artistas sobre Los Planetas y la importancia que les conceden, y reflejar todas las letras de las canciones, ya que muchas de ellas no se entienden bien en una primera escucha al quedar solapada la voz por la intensidad de las guitarras. Un posible esquema a seguir sería el siguiente:
1. Biografía y Obra.
1.1. Super 8 (1994).
1.2. Pop (1996).
1.3. Una semana en el motor de un autobús (1998).
1.4. Unidad de desplazamiento (2000).
1.5. Encuentro con entidades (2002).
1.6. Contra la ley de la gravedad (2004).
1.7. La leyenda del espacio (2007).
2. . Aparición, repercusión y originalidad.
2.1. ¿ Los Planetas, un grupo “indie”?
2.1.1. Música “indie”.
2.1.1.1 Definición.
2.1.1.2 Historia.
2.2. Importancia de Los Planetas en el pop independiente español.
2.2.1. Letras en castellano.
2.2.2. La relación con las drogas.
2.2.3. Influencias
2.2.4. Actitud rebelde y relación con los medios.
2.2.5. Los planetas en concierto.
3. Universo planetario.
3.1. Importancia de Javier Aramburu en la imagen del grupo.
3.2. Singles y recopilaciones.
3.3. El refugio Antiaéreo (estudio de grabación de Los Planetas).
3.4. El Ejército Rojo (sello discográfico para potenciar nuevas bandas).
4. Los Planetas desde dentro.
4.1. Entrevista a los miembros del grupo.
4.2. Los Planetas según los críticos y otras bandas.
BIBLIOGRAFÍA.
Los Planetas. La verdadera historia. Jesús Llorente. Barcelona. Ediciones RDL/Rockdelux, SL. 1999.
ROCKDELUX. Especial 20 Aniversario. Ediciones Rockdelux. Barcelona.2004.
El Pop después del fin del Pop. Pablo Gil. Barcelona. Ediciones RDL/Rockdelux. 2004.
ESPECIAL 200. Ediciones RDL/Rockdelux. Barcelona. 2004.
Música y drogas. Ed. Cañamo. Barcelona. 2004.
De viaje por el pop independiente. Javier Blázquez y Juan Manuel Freire. Reservoir Books. Ed. Mondadori. Barcelona. 2004.
Hacia una estética musical. Pierre Boulez. Monte Ávila Editores. Caracas. 1999.
“La industria de la música popular”. Frith, Shaw, Street. La otra historia del rock. Barcelona. Manontroppo. 2006.
REVISTAS.
ROCKDELUX 112. Barcelona. Octubre, 1994.
ROCKDELUX 163. Barcelona. Mayo, 1999.
ROLLING STONE. Madrid. Noviembre, 2006.
EN DESORDEN 1. Fanzine monográfico de Los Planetas. Barcelona. Octubre, 1998.
EN DESORDEN 2. Fanzine monográfico de Los Planetas. Barcelona. Octubre, 1999.
EN DESORDEN 3. Fanzine monográfico de Los Planetas. Barcelona. Octubre, 2000.
MONDOSONORO 110. Barcelona, 2004.
Los Planetas celebran sus 15 años de existencia con su séptimo álbum La leyenda del espacio, un título que es un claro homenaje al álbum de Camarón La leyenda del tiempo (1979). En ese disco experimental Camarón abría el flamenco al rock, teniendo una enorme repercusión tanto para el flamenco como para la música moderna. En La leyenda del espacio, Los Planetas dan un paso similar pero desde la otra orilla, encontrando un nuevo lenguaje para el rock al abrir su expresión al flamenco. Y lo consiguen porque no cambian de vocabulario, no hay palmas ni guitarras flamencas. Predomina su discurso habitual de rock psicodélico y eléctrico, pero con un fondo de pasión, intensidad y hondura sentimental.
Erik es capaz de adaptar los complejos ritmos a los sonidos de la batería. Miguel excava espacios con el bajo para los fraseos de Jota, que adapta las estrofas del flamenco a su propia voz sacándole más emoción que nunca. Las letras están en gran parte extraídas del imaginario del flamenco clásico, el folclore popular absorbido a través de Fosforito, Antonio Mairena, Manolo Caracol, José Menese o Enrique Morente. Florent, por su parte, retuerce las guitarras eléctricas creando arabescos psicodélicos que sustituyen las florituras de la guitarra flamenca, mientras Banin se aparta de los teclados para añadir más guitarras, creando muros de sonidos arrolladores. Es el disco más flamenco de Los Planetas pero también el más psicodélico y eléctrico. Se sirven del flamenco para dotar a su propio sonido de más intensidad y llevarlo a lugares hasta ahora desconocidos.
La leyenda del espacio se inicia con “El canto del Bute”, unos tientos donde las guitarras eléctricas actúan de fondo ante la descripción atormentada de un infierno emocional que hace Jota (“Me estoy quedando sin fuerzas, sólo espero ya la muerte; me falta sangre en las venas, mi corazón se retuerce; me estoy muriendo de pena y tú no vienes a verme”). Su mejor arranque desde “Segundo premio”. La segunda canción que aparece es “Si estaba loca”, una canción superlativa , en la que alrededor de la rítmica melodía de unos verdiales brotan vertiginosas espirales de ruido formando un creciente muro de electricidad que refleja sus influencias originales (My Bloody Valentine o The Jesus And Mary Chain) para agrandar su noise-pop más épico. Es un medio tiempo destemplado con una letra inquietante, mucha clase. En “Negras las intenciones” también predomina la electricidad psicodélica más espacial y oscura de Los Planetas inyectándole en el alma el hondo de unas soleares.
También aparece la psicodelia en forma lírica, no siempre marcada por la sangre y la pena. “Entre las flores del campo” desgrana psicodelia pop mezclado con el colorido jovial de unos caracoles y “La Verdulera” tiene un punto lisérgico de alegría lúdica e irónica. “La Que Vive En La Carrera” son unas granaínas adaptadas de modo explosivo para abrirle un nuevo universo rítmico al rock eléctrico.
En otras canciones aparece el sonido más tradicional de Los Planetas pero a través de una renovada frescura. “Alegrías Del Incendio” tiene la inmediatez de un primer single que recuerda a “Mi hermana pequeña” y “Deseando una cosa” son unas luminosas cantiñas con teclado sesentero que recuperan el sonido optimista y desafiante de “Super 8”. “Sol y Sombra” también recuerda las influencias originales del grupo desde el lado más oscuro (Joy Division, Mercury Rev y Pale Saints). También podrían encajar en cualquier disco anterior “Reunión en la cumbre” y “Si me diste la espalda”, impactos de noise-pop melódico y rotundo con una contundencia eléctrica inusitada. No aburrir haciendo lo de siempre es otra muestra de su enorme talento.
La última canción es una caña cantada por el maestro Enrique Morente. “Tendrá que haber un camino” es un estremecedor lamento jondo dedicado al tristemente fallecido Aleix “Sideral” (amigo personal de Jota y de Florent), donde la poderosa voz de Morente está perfectamente integrada en medio de una inquietante, oscura y narcótica tensión eléctrica.
En definitiva, estamos ante un disco imprescindible en la historia del rock en castellano del siglo XXI, reivindicando una identidad propia en un lenguaje universal pero tan anglosajón como el rock. Ese sentimiento particular extraído de las raíces más profundas del folclore es un signo de distinción, igual de definitivo que cantar en español.
Florent explica lo difícil que ha sido este paso hacia delante en su carrera. “Hemos hecho una especie de experimentación pura y dura. De coger una canción flamenca, con tiempos marcados, y nos hemos quedado a lo mejor con la melodía y sobre la melodía empezábamos a funcionar. O respetábamos ese ritmo y componíamos la melodía sobre ese ritmo. Muchos temas han salido a la primera, pero otros no. El flamenco tiene una cedencia bastante siniestra, en el sentido que es muy desgarrada. Ha habido temas por la melodía y por la letra flamenca daba la sensación de que éramos un grupo siniestro”.
Banin también explica las causas de esa transformación: “No podíamos hacer otro disco siguiendo la misma dinámica. Necesitábamos salir de ahí. Cuando cantó Morente una de las canciones y la escuchamos nos quedamos flipados porque eso sí que era una unión entre dos mundos: entre la forma de ver nuestra música y el flamenco. Eso sí que parecía algo nuevo de verdad, algo que no se ha escuchado nunca”.
2. Aparición, repercusión y originalidad.
2.1. Los Planetas, ¿un grupo “indie”?
La aparición de Los Planetas se produce en plena efervescencia de lo que se conocerá como escena indie nacional. Como “indie” entendemos aquella música realizada por un artirta o un grupo que se mantiene lejos de la influencia de lo que conocemos como “mainstream” (música que cuenta con grandes medios para su producción y comecialización, que llega con facilidad al público, que se caracteriza por ser de carácter comercial y poco innovador). Para la revista New Musical Express, la definición de indie es no estar conectado con una gran discográfica (Warner, Universal, Sony BMG y EMI). Esta definición no es del todo correcta ya que las discográficas pequeñas también se dedican a vender. Además, algunos de los artistas con más alma y actitud independiente, trabajan bajo el sello de éstas gigantes discográficas con total libertad creativa, como es el caso de Sonic Youth, Radiohead, Pulp o Flaming Lips.
A finales de los 80 el término indie se asoció a bandas de pop y rock que recogían todas las influencias recibidas y las llevaban más allá, mezclando rock, punk y vanguardia, para llegar a un pop muy elaborado. Los grupos más representativos fueron Sonic Yoth, Violent Femmes, Pixies, Dinousar Jr y My Bloody Valentine, entre otros, y sus discos fueros editados por pequeños sellos independientes.
Los Planetas, desde su aparición, han sido considerados como la cima de ese movimineto alternativo que surgió en España entre 1994 y el año 2000, y que culminó en la celebración del Festival Internacional de Banicássim en 1996. Sin embargo, los granadinos siempre se han defendido diciendo que ellos nunca han sido un grupo indie porqué, desde su primer disco, graban bajo el sello de una multinacional (RCA). Hacia 1990 se produce en España la explosión indie, en la que aparecen inumerables grupos que intentan clonar el sonido ruidoso de grupos americanos como Pixies o Sonic Youth, sin dar demasiada importancia a lo que decían, cantando en un inglés bastante pobre y usando guitarras sónicas.
Cuando el indie se puso de moda la única excepción fueron Los Planetas, ya que recogían la influencia de grupos anglosajones de guitarras como los Mercury Rev de la primera época, o los británicos Spacemen 3 y Joy Division, así como del flamenco. A diferencia de la mayoría cantaban en castellano y sus letras eran oscuras y pesimistas. Después de grabar un single con el pequeño sello Elefant Records firmaron por la multinacional RCA, en lo que muchos consideraron como una traición para la música independiente. Jota saldría al día siguiente a uno de sus conciertos con la camiseta de la discográfica a modo de provocación. Era una muestra de protesta hacia lo que consideraban una interpretación errónea de la música. Ellos se consideraban únicamente como una banda de rock&roll. Querían evolucionar y firmar por un sello importante les daba esa posibilidad, además de mantener plena libertad creativa.
Después de la eclosión de la escena indie muchos grupos desaparecieron. Actualmente solo siguen en activo tres de aquella época: Sr Chinarro, Lagartija Nick y Los Planetas. La etiqueta “indie” con que se definió a la emergente escena española de los noventa era tan vahga y heterogénea como reduccionista, aunque realmente se trataba de englobar a una música hecha con guitarras, entre el pop y el rock, pero que podía hacer uso de medios electrónicos y con una actitud muy amateur.
2.2. Letras en castellano.
Con la aparición y el auge de la escena independiente la mayoría de los grupos que aparecen en España optan por cantar en inglés, para diferenciarse de los grupos mediocres que repiten sin cesar las radiofórmulas y por influencia de sus grupos favoritos. Pero Los Planetas, desde el principio, se convierten en el grupo más importante de su generación, demostrando que se puede ser diferente, profundo e intenso cantando en castellano. Jota explica lo raro de esa situación inicial: “Al comienzo de esto del indie, en las listas de mejores discos del año y en todas las encuestas de ese tipo éramos los únicos que cantábamos en castellano, y nos sentíamos raros. Lo que está claro es que en castellano sé lo que digo y en inglés no sé exactamente lo que digo. Me da corte hablar de tonterías”.
Jota se convierte desde el principio en uno de los mejores letristas en español, por explícito, intenso y directo. Debajo del ruido de las canciones de Los Planetas, se intuye la voz de Jota, siendo a veces imperceptible en una primera escucha, haciendo caso omiso a los consejos discográficos de subir la voz y hacerla más clara. Violencia, sexo, drogas, viajes y ciencia-fición son algunas de las cosas de las que hablan sus letras, aunque las más intensas van de amor y desamor.
Las letras de Los Planetas se convierten para en fan (entre los que me encuentro), en la banda sonoro de su vida, identificándose en multitud de ocasiones hasta tal punto, que te hace dudar sobre la posilbilidad de que Jota no esté observando nuestras vidas desde la lejanía para poder desgarrarnos por dentro. Para Jota las letras son muy importantes y dedica a ellas un gran cuidado: “Quiero ser lo más claro posible con mis letras, y me da mucho miedo hacer el ridículo. Están al borde de lo que puede resultar patético. Hay un punto que separa lo genial de lo ridículo, y me da pánico no saber mantener el equilibrio”.
Juegan un papel importante en los discos de Los Planetas los títulos de las canciones y los juegos de palabras y las segundas intenciones que se encierran en ellos.
Los títulos de las canciones.
Los títulos de las canciones destacan por su originalidad. Muchas veces nada tienen que ver con la letra. Algunos de los títulos más representativos del universo planetas son los siguientes:
“10.000”
(J): Con diez talegos consigues ser feliz en este mundo. Diez talegos y “flipas”.
(Florent): Ahora son más: quince talegos, por lo menos.
“Brigitte”
(J): Es Brigitte Bardot, un prototipo de belleza superganso que a mí me “flipa”. También era una novia de Florent que encajaba en ese prototipo.
“Rey Sombra”
(J): El Rey Sombra es un personaje con poderes psíquicos que lucha contra la Patrulla X.
“La caja del diablo”
(J): Un día de “tripi” me quedé dormido y tuve un sueño que me dejó “flipado”. Conocía a una tía y me enrollaba con ella. De repente, era mi hermana, se transformaba en el diablo y yo la encerraba en una caja y luego salía y… bueno. Mi hermana otra vez, ¿no? Son sólo personajes. Mi hermana es superbuena tía: estudia Derecho. No hay que tomarse en serio estas cosas. ¿Qué pasa? ¿Qué Vladimir Nabokov se folló a Lolita y luego hicieron lo mismo James Mason y Stanley Kubrick?”.
“DB”
(J): Es David Baker, claro. Kurt Ralske es supercolega suyo y le pidió que cantara en nuestro disco Pop (RCA, 1996), aunque fuera por teléfono. Pero no consiguió encontrarlo porque estaba produciendo a un grupo.
“Ciudad azul”
(J): Ese título es de Florent; que lo explique él.
(Florent): Pues no me acuerdo…
“La máquina de escribir”
(J): Pero, ¿Cómo hiciste esa asociación de ideas? La canción no tiene nada que ver, pero no se nos ocurría nada y va éste y dice: “La máquina de escribir”. Claro tío, la máquina de escribir. ¿Cómo se lo iba a discutir nadie?.
(Florent): Es el paradigma de título que no tiene nada que ver con la canción y al mismo tiempo dice mucho.
(J): Ah, ¿sí?
“David y Claudia”
(J): Se la puse a un amigo mío, Jesús Izquierdo, que es el que ha hecho los arreglos de “La Copa de Europa”, y me dijo: “Éstos parecen David Copperfield y Claudia Schiffer”. Yo no había caído, pero su historia define perfectamente la canción.
“El coleccionista”
(J): La película de William Wyler.
“8”
(J): Es la hora a la que te despiertas.
(Florent): Ésa fue idea de May.
“Aeropuerto”
(Florent): Una palabra que me gustaba.
(J): La historia de la canción también lo reclamaba, porque es sobre alguien que vive cerca del aeropuerto y ve desplegar los aviones.
“Prefiero bollitos”
(Florent): Un día se nos acabó la cocaína y dije: “Pues prefiero bollitos”.
(J): Como queriendo decir: “Prefiero estar muerto”; que es como obviamente se debería llamar la canción. Entonces vino May y dijo que esa canción no se llamaría “Prefiero estar muerto” por cojones. Lo de bollitos supongo que se refiere a las niñas así jovencitas.
“El centro del cerebro”
(J): es el centro de operaciones del universo, donde se maneja el cotarro. La canción habla de lo que haré si consigo controlarlo: “fliparéis” cuando sea yo quien domine.
“Manchas solares”
(J): Psicodelia pura.
“Espiral”
(J): Es la psicodelia por antonomasia. La sensación típica de cuando estás “flipando”, que todo se repite como en una espiral. A mí me pasa y por eso lo puedo explicar, pero es una sensación extraña. Todas las percepciones se van conviertiendo como en un ciclo, y al final desaparece por abajo como un embudo…
“Línea 1”
(J): El autobús que sube al polígono donde Florent vivía antes, un barrio de casas chungas como el de Sevilla.
“La copa de Europa”
(J): Cuando Koeman tiró la falta ésa, mientras el balón iba por el aire, me pasaron todas esas ideas por la cabeza. Eso es lo más grande, ser feliz: la Copa de Europa. El disco empieza con el “Segundon premio”: “Si no te tengo, pero al menos puedo hacerte daño, ya sirve para algo”. Ése es el segundo premio, y después de todo lo que pasa el supuesto personaje durante el disco gana la Copa de Europa, que es algo así como descubrir la verdad. Ése es el primer gran premio.
“Un día en las carrera de coches”
(J): Suenan como unos ruidos raros del moog o del theremin o de no sé qué suena ahí, y nos recordaban al ruido de las carreras de coches.
“La guerra de las galaxias”
(J): Es el símbolo de una idea bestial, ¿sabes? Es una forma de vida en sí misma. Sólo tienes que ver la película para ver que expresa perfectamente lo que quiere decir la canción, es la idea base.
“Sin título”
(J): Como se puede comprobar, a algunos títulos sí le damos vueltas, pero a otros, no. No discutimos, pero a veces van saliendo nombres y ninguno nos gusta. Así es como alguien dice algo como “La máquina de escribir” y acaba colando, aquí no salió nada.
“Un buen día”
(J): Quería reflejar un trozo puntual de mi vida, algo que no me define ante los demás ni tiene mucha trascendencia, y que tanto tú como el chaval que escucha la canción se pueden identificar con ella sin tener que pensar que esas cosas solo les pasa “al J” que es artista. Si lo consigo, entonces estoy contento.
Los títulos de discos.
También son muy sugerentes los títulos de los discos, que tienen referencias muy diversas.
Super 8 (RCA, 1994).
El título hace referencia a la búsqueda del grupo por no sonar muy limpio, para ofrecer un sonido más auténtico, igual que el formato de grabación del Super 8. Es el disco más representativo de la producción alternativa española de los años 90.
Pop (RCA, 1996).
El título hace referencia al hecho de que se alejan del noise, con temas más emocionales y lisérgicos. Ofrecen lo que para ellos es el “pop” auténtico, sin prejuicios.
Una semana en el motor de un autobús (RCA-MBG, 1998).
(J): El título del disco surgió cuando me encontré a un colega al que no veía desde hace tiempo, y le pregunté: “¿Qué tal, cómo estás?”, y me respondió que había estado mal, que había sido como estar una semana en el motor de un autobús.
Unidad de desplazamiento (BMG, 2000).
(J): El título encierra bastantes ideas. La principal es la sensación se salir fuera, de no quedarte quieto y paralizado ante cualquier problema o situación. En lo que respecta al grupo, el título recoge la idea de que Los Planetas es una formación que tiende a mirar hacia delante, a no repetirse en fórmulas pasadas.
Encuentro con entidades (BMG, 2002).
El título hace referencia a las atmósferas complejas que protagonizan la obra, dominada por la potencia guitarrera, letras oníricas y tragedias amorosas.
Contra la ley de la gravedad (BMG, 2004).
Este título describe la lucha contra los elementos que ha tenido que vencer para poder grabar el disco. Especialmente difícil la relación con la discográfica, que al final se soluciona.
La leyenda del espacio (BMG, 2007)
El título es un homenaje al álbum de Camarón La leyenda del tiempo (1979). El romanticismo tortuoso de las letras de Jota encaja perfectamente con la retórica flamenca. La portada del disco es la primera que no realiza Javier Aramburu. El autor es Daniel D´Ors, que presenta una portada misteriosa y minimalista.
2.3. La relación con las drogas.
Los Planetas le han cantado mucho a la droga. Sin subterfugios ni hipocresías, haciendo siempre uso de metáforas evidentes. Jota trata como nadie el tema de las sustancias estimulantes en sus canciones. Y lo hace por experiencia, logrando ser decididamente inconcreto, construyendo bonitas frases para recresar viejas sensaciones sin caer en la repetición de esquemas propios o ajenos. Y eso que, desde los más primitivos bluesmen rurales hasta los grandes nombres del flamenco, pasando por Parálisis Permanente, Siniestro Total, The Velvet Underground o Spacemen 3, la droga es un lugar común en el cancionero universal.
Florent explica que “utilizamos las drogas como un campo de conocimiento personal. Las drogas, para crear, te abren puertas a nuevas visiones que de otra forma sería imposible que surgieran”. Los Planetas no ocultan sus hábitos, ni en sus letras ni en entrevistas, pero tampoco van de toxicómanos autoconscientes
Los Planetas le dan una actual y nueva vuelta de tuerca. En 1994 aparece el primer cd del grupo, Super 8, con una portada inolvidable en la que el diseñador Javier Aramburu plasma la alucinógena esencia de la banda en un muñeco indie agarrado a su guitarra, con la cabecita gacha, sobre un espiral multicolor que ya ha adquirido la categoría de icono. El disco se abre con un monumental clásico del pop rock lisérgico, “De viaje”, que nos ofrece los avances tóxicos con un poderoso noise pop de fondo para escapar de la realidad.
En 1996 Los Planetas editan Pop, con una delirante portada multicolor que añora los 60 y un diseño interior a juego, donde Aramburu nos muestra las cápsulas y pastillas que sirven de combustible a la banda. En “Jose y yo”, por ejemplo, Jota canta: “Tomamos cualquier cosa y viajamos en alfombras y todo parece distinto, siempre es otro sitio”.
En 1998 se publica Una semana en el motor de un autobús, un cd casi conceptual consagrado al desamor y la droga, en la que la enorme X negra sobre fondo naranja advierte desde la portada que estamos ante un disco tóxico y corrosivo. En “Cumpleaños total”, el estribillo reza: “¡Y aunque juré que nunca más, me acerco hasta al servicio a que me pongan otra!” “Linea 1” es una canción donde la adicción muerde la cola del remordimiento: “Lo he pensado esta mañana, levantarme de la cama, comprar algo de comida y empezar con otra vida. Y después pensé, mejor que no y puse la televisión, subí a pillar un poco más, después de todo esto no está mal”.
Unidad de desplazamiento, publicado en el 2000, aparece con una portada en la cual una nave espacial deja una estela blanca bajo la nariz de una cocainómana endemoniada. La psicodelia domina en el disco. Según Florent, “la psicodelia es una parte de la música que nos permite flipar, improvisar y crear muchos más paisajes”. Con la canción “Un buen día”, aplastante pieza pop y hit definitivo del disco, llega el escándalo: el casi fotográfico costumbrismo del texto (“He estado con Erik hasta las seis y nos hemos metido cuatro millones de rayas / y no he vuelto a pensar en ti hasta que he llegado a casa / y ya no he podido dormir como siempre me pasa”) trae problemas al grupo cuando los ejecutivos de RCA deciden sustituir la frase “y nos hemos metido cuatro millones de rayas” por la frase “y se ha lesionado el de rayas”, para poder programar la canción en ciertas emisoras de radio. Al final la banda aceptó. Según Jota, “fue una concesión, no podemos andar siempre peleando: somos artistas, pero estamos en una compañía comercial”.
Así pues, con este repaso hemos comprobado la naturalidad con la que la banda toca el tema de las drogas, aunque sin hacer campaña de ello.
2.4. Influencias.
Los Planetas han dejado en su discografía y en sus entrevistas una serie de datos sobre cuáles son sus bandas favoritas, las canciones y los discos que le han servido de inspiración para algunas determinadas canciones. En la música pop todo está practicamente inventado, y componer es un poco como dejar escapar las influencias que llevas dentro. Lo original de Los Planetas es que parten de esa base para reinventarse por completo, consiguiendo un sonido muy identificativo de ellos, “el sonido Planetas”, aparentemente alejado de cualquier influjo.
Florent explica que a la hora de componer “me dejo llevar por cualquier cosa menos por mis grupos favoritos. A la hora de coger una guitarra, que para mí es un momento mágico, me influyen un compendio de situaciones, sobre todo ajenas a la música, como una película que acabo de ver en ese momento o una pelea con mi novia. Si de repente surge alguien que llama mi atención, eso me hace sentir otra vez que hay un montón de cosas vivas en la música y dentro de mí. Admiro a esos grupos, pero no se convierten en referencia de lo que hago”.
Sorprendentemente, a Jota también le influyen igual sus grupos favoritos (Spaceman 3, Television Personalities, Joy Division) como las películas que más le interesan. “Las películas te afectan mucho porque alguien ha puesto ahí su vida. Pero también me influyen conversaciones con amigos. En el fondo soy como una esponja. Todo me sirve: libros, películas, cómics… frases de Aldous Huxley, Raymond Chandler…”.
Aún así hay canciones que recuerdan a grupos concretos. Algunas reminiscencias son musicales y otros de letras. Destacan especialmente las siguientes:
“Pegado a ti”
Casi una versión no acreditada de “With A Girl Like You”, de The Troggs.
“Brigitte”
El popular “If Can´t Change Your Mind” incluido en el primer álbum de Sugar tiene partes de la letra casi traducidas, como el fragmento “si no puedo cambiar tu forma de pensar entonces nadie lo conseguirá”.
“De viaje”
¿Cómo no relacionar letras como “podemos irnos juntos lejos de este mundo tú y yo / en un viaje por galaxias infinitas hacia el sol”, con las canciones del primer y único disco de sus adorados Family? Tema como “La noche inventada” o “Viaje a los sueños polares” lo dejan bien claro.
“10.000”
Cercana, incluso en exceso, al ruidismo sosegado de los primeros singles de Moose.
“Rey Sombra”
La frase “ mientras fuera en la calle llueve el sol como miel” está inspirada en la célebre “Suzanne”, de Leonard Cohen.
“Desorden”
No es sólo es un homenaje a Ian Curtis, cantante de Joy Division que se suicidó en la cocina de su casa el 18 de mayo de 1980 por motivos que van desde su epilepsia hasta el hecho de tener que decidir entre su mujer y su amante. Ian se pasó la tarde escuchando discos, mirando fotos y viendo una película, “Stroszek”, de Werner Herzog, cosas que se reflejan en la letra de “Desorden”. Pero es que, además, la frase “He encontrado algunos fotos que hace tiempo ni miraba” recuerda a “I´ve been looking for you so long for this pictures of you” de “Pictures Of You”, de The Cure. El mismo Jota lo reconoce: “La idea de “Desorden” parte de esa canción de Robert Smith.
“DB”
Una referencia a David Baker, ex cantante de Mercury Rev (y amigo del productor Kurt Ralske, que trabajó con Los Planetas en sus disco Pop y Una Semana en el motor de un autobús). La inicio de la canción recuerda a “Ceremony” de Joy Division, mientras que el resto nos lleva a la canción de los Rev “Chasing A Bee”.
“8”
El fragmento de la canciónn “Double Summer”, del álbum “Soft Bomb” de los neozelandeses The Chills, que es el origen de “cuando me despierto es casi por la mañana / lleva encima sólo la sábana / y por la ventana entran ya algunas luces”. Hay también claras influencias –más musicales que literarias- de The Chills en piezas como “Toxicosmos”.
“Aeropuerto”
Según el propio J, “hay partes de la letra que pueden recordarte a canciones de Alaska y Los Pegamoides”. Seguramente se refiere a “todo eso que dijiste cuando estábamos saliendo / que ya no querías verme nunca más / no pensé que fuera cierto”.
“Segundo premio”
La melodía de voz de J al inicio de la canción está sacada de “Smoke Signals”, uno de los mejores temas del segundo álbum de The Magnetic Fields. También suena parecida a algunas armonías de Etienne Daho.
“Cumpleños total”
Revisión canalla y más contundente de “Rebelde sin caspa”, de Beef, incluido en “Beef Tongues”.
“Nueva visita a la la casa”
“Ése era un tema en que Raúl Santos tuvo mucho que ver; y como le gustaban mucho los Red House Painters, por eso suena tanto a ese grupo”, dice J. No sólo musicalmente. La letra también hace pensar en temas como “Medicine Bottle”: “Trajes y cortinas cuando estaban a punto de olvidar los días de la casa de cristal / polvo en las ventanas y las velas amarillas y las luces que tu hermana nos regaló”.
2.5. Actitud rebelde y relación con los medios.
Los Planetas no has tenido una fácil relación con los medios, especialmente con aquellos alejados a la prensa especializada. Cuando habla de los medios, Erik se muestra tajante: “Nuestra relación con los medios es bastante dura, somos un grupo que molesta bastante. A los medios clásicos no les gusta nuestra música, ni nuestra ropa ni nuestra actitud”. La polémica de Los Planetas con ciertos medios no tienen fin.
Lo cierto es que los grandes medios, al margen de que el grupo rechaza de principio cualquier imposición comercial ajena al seno de la banda, éstos jamas le han dedicado el tiempo necesario para escuchar la música de Los Planetas con atención. Además, el grupo, según manifiesta Jota, no pretende facilitar esta labor “no estoy preparado para repetir diez mil veces las mismas respuestas, quizás porque me faltan palabras o no soy lo suficientemente listo como para cambiar mis apreciaciones”.
Por su parte, a pesar de que la prensa especializada les ensalza y respeta la propuesta musical de los granadinos, sobretodo después de la publicación de Una semana en el motor de un autobús, ésta puede ser tan dañina como la local o nacional. Jota critica con dureza la actitud hipócrita de algunos periodistas; “cuentan que Los Planetas se drogan sin mencionar que ellos también se están metiendo rayas con nosotros”.
Pero por otro lado, también hay que decir que los granadinos fueron protagonistas de La Semana de … en 40 TV de Canal Satélite Digital del 9 al 15 de Octubre del año 2000. Allí J, Florent y Eric departieron durante una hora con Julián Ruiz, dando un repaso a todos sus videoclips y hablando sobre el pasado y el presente de Los Planetas. Mencionar que en el mismo canal de televisión ofrecieron íntegro el concierto que el grupo ofreció en el Festival de Benicássim de ese mismo año.
Así las cosas, parece claro que Los Planetas siguen sumidos en la continua contradicción que les supone estar en una multinacional que les deja hacer la música que quieren pero que a la vez les obliga a ciertas concesiones promocionales que el grupo acepta (cuando lo acepta) de mala gana. Jota sigue convencido de que “llegará el momento en el que muchísima gente comprará nuestros discos sin necesidad de bajar nuestro listón creativo. No podemos traicionar a nuestra música por la promesa de vender. No creo que sea buena idea convertirse en un grupo de spot. Australian Blonde se dejaron engañar y olvidaron mantenerse fieles a unos ideales”. El vocalista es consciente que Los Planetas son un grupo respetado y que logra ventas récord en el lanzamiento de sus singles sin apenas necesidad de promoción. Sus fans no suman millones pero son siempre muy fieles y cualquier publicación de nuevo material es consumida por ellos con devoción. Y es que Los Planetas no rechazan las ventas y saben que es lo verdaderamente importante. Eso sí, quieren vender aquello que puedan transmitir con su música.
Durante la promoción de su disco Unidad de desplazamiento (2000) tuvieron algunos encontronazos con grandes medios. Por una parte recibieron la petición de grabar una nueva versión de la canción ´Un buen día´ para que se pudiera radiar por la Cadena 40 Principales. El motivo de dicha censura fue la frase ´[…] y nos hemos metido 4 millones de rayas […]´, que tenía que ser sustituida por ´[…] y he leído en el Marca que se ha lesionado el de rayas […]. Con decisiones de este estilo los 40 siguen demostrando que la música les importa bien poco, que no entienden su dimensión estética y que únicamente son una plataforma publicitaria.
Del mismo modo, el día 18 de octubre del 2000, Los Planetas debían actuar en el programo Lo + Plus, pero se marcharon sin realizar la promoción prevista por falta de acuerdos técnicos. Lo cierto es que, discrepancias en el tema que debían interpretar dio lugar a un conflicto directo. Mientras en grupo que tocar “Santos que yo te pinté, la dirección del programa se decantaba por “Un buen día” en su versión políticamente correcta. Al final abandonaron el estudio poco antes de la emisión del programa en directo con lo que seguísan agrandando su fama de grupo maldito.
Pero su actitud respecto a la prensa no viene de una mala crítica que no han podido encajar. Los Planetas miran y sienten la música 24 horas al día e intentar analizar cualquier comentario al respecto, y saben que todo tiene que ser analizada con distancia. Jota reconoce que una buena crítica puede ser incluso más perjudicial que una negativa: “quizás se habló del grupo como algo mayor de lo que era en realidad. La prensa empieza a subir al grupo antes de que esté preparado. Creerte lo que dicen de ti puede traer malos rollos, piensas que eres un músico del copón, que eres más de lo que en realidad eres y así vienen los bajones, al ver que eso no se concreta…”.
Los Planetas empezaron a conocer como eran las promociones de los discos en una entrevista que concedieron a Onda Madrid sobre Super 8. Cuando llegaron al estudio el tío, empezó a hacer preguntas sin sentido mientras estaba leyendo la hoja promocional porque no sabía nada del grupo. Al principio Los Planetas se quejaron de que los críticos hablaban de ellos como un grupo para adolescentes únicamente porque eran terriblemente jóvenes.
Muy diferente es la relación de Los Planetas con los medios alternativos, la cual, especialmente desde Una semana en el motor de un autobús, es una relación de enamorados. Mondo Sonoro, AB, Ruta 66, efe eme, han destacado siempre al grupo como el mejor de la escena independiente española, con mucha diferencia respecto a los demás. Aunque muy significativo ha sido el apoyo de Rockdelux, cuyo poder en la escena alternativa es inmenso, y arrastra al resto. Rockdelux ha publicado el único libro que se ha escrito sobre Los Planetas, publicado en 1999 y escrito por el crítico Jesús Llorente.
Tanto Florent como Jota tienen entre sus amigos a los críticos y los periodistas musicales más influyentes de la prensa nacional. Jota explica que “tengo más cosas en común con muchos periodistas que con algunos músicos, y muchos críticos de Rockdelux se han comprado los mismos discos que yo, les llevo leyendo desde hace mucho tiempo, incluso antes de que existieron Los Planetas; hay una buena relación. El éxito en Rockdelux se debe a que ofrecemos una especie de espíritu, una cierta intensidad que la mayoría de los grupos de la escena indie no ofrecen”.
Sin embargo, Los Planetas siempre dicen que de la música es mejor no hablar ya que es inútil hacerlo. Florent explica que “Hablar de las sensaciones de la música, de la filosofía de la música, y perderse en palabras y en ideas es absurdo, porque la música es música, y los que están alrededor de ella intentan capturarla con palabras y darse una razón para hacerla creíble”.
2.6. Los Planetas en concierto.
He visto a Los Planetas cerca de 37 veces en todo tipo de conciertos; presentación de un disco, festival multitudinario, fiestas mayores de pueblos, y, pese a las dificultades con las que se han encontrado, siempre han mostrado su poderío en directo, pese a que a veces arriesguen con canciones poco atrayaentes para el público no devoto.
La prensa no especializada, a veces, no está formada para ver a un grupo que se les escapa de sus concepciones pre-históricas sobre lo que entienden como música española. En uno de sus conciertos de la gira del año 1994, en sus inicios, tocaron una versión muy distorsionada de ´La caja del diablo´de 23 minutos. Al ver semejante espectáculo de ruido, con May tocando el bajo de espaldas y la voz de J sonando sucio por debajo de la electricidad de las guitarras, un periodista de Diario 16 escribió que Los Planetas eran como los curas de las misas antiguas, que daan las ceremonias en latín y de espaldas al público.
Los conciertos de Los Planetas siempre han sido motivo de controversia. O tenían el día y lo bordaban o se pasaban de vueltas y no transmitían… Pero desde el varapalo del FIB 98 el grupo ha enderezado definitivamente el rumbo y ahora cada concierto es una demostración de profesionalidad y efectividad. Jota explica como se produjo esa transformación: “fue Eric el que tomó un poco los mandos e impuesto su criterio sobre como deben ser los directos. Ahora estamos más mentalizados de que la gente ha pagado por vernos y no nos dejamos llevar tanto por las sensaciones que uno tiene tocando”.
El grupo se ha concienciado de que los shows de corte psicodélico suelen encontrar una respuesta fría entre el público, mientras que los directos más directos son mejor acogidos. Aunque ellos disfruten menos, el público se ve más reconfortado. Para Jota “Quizás cuando un grupo como Los Planetas, Spiritualized o My Bloody Valentine disfruta visiblemente en el escenario eso es síntoma de qaue el espectador medio no lo esté pasando tan bien. Y en cambio cuando el artista sufre por mantener cierto equilibrio, por estar centrado y tocar como un profesional, es cuando la gente lo aprecia de veras. Y ahora hemos decidido que no podemos caminar más sobre el filo en el tema de los disrectos, porque el llevar las cosa hasta el límite puede estar tan cerca de lo genial como de lo ridículo.
Especialmente importante es la relación que han mantenido Los Planetas con el Festival Internatcional de Benicassim. El grupo goza de un trato especial y excelente por parte del festival de Benicassim, todo ello en gran parte propiciado porque Jota y Florent son amigos personales de los hermanos Morán, organizadores del festival y propietarios de la Sala Maravillas entablaron amistad con la banda desde sus inicios. El primer concierto que Los Planetas efectuaron fuera de Granada fue precisamente en la Sala Maravillas de Madrid, la cual estrenaba con ellos la multitud de conciertos que ha programado con posterioridad, donde los grupos noveles han tenido la opostunidad de mostrar sus primeras composiciones.
Los Planetas son el único grupo estatal que ha conseguido actuar en el FIB en ´prime time´, metiendo la cabeza entre los gigantes británicos y es que el carisma de Jota y los suyos alcanza niveles elevadísimos entre el público asistente al festival. Después de su conflictivo concierto de 1998, en el 2000 volvieron a participar en una nueva edición del FIB. Ofrecieron una actuación segura y convincente, sin hacer demasiado inciso en sus nuevas composicione y metiéndose a todo el público en el bolsillo con sus temas más conocidos.
... La importancia de Los Planetas en la escena musical española y la complejidad y densidad de sus discos, hacen necesario una revisión a fondo de su obra. En este análisis he realizado un esbozo de aquellos aspectos que hay que resaltar y analizar, pero, sin duda, este estudio puede profundizarse más.
Es posible la realización de un libro en el cual se siguiese el mismo esquema de este análisis, pero profundizando más en cada punto. La obra sería necesario acompañarla de una entrevista en profundidad de cada uno de los miembros de Los Planetas, para ver como ven la escena musical en la actualiadad, tanto en España como en el exterior, además de intentar indagar en la evolución que han experimentado a lo largo de los años.
Por último, sería recomendable estudiar aspectos que no he podido desarrollar en el trabajo pero que sería interesante destacar. Una es la importancia que han dado siempre a la publicación de los singles desde el principio de la banda y las recopilaciones tan cuidadas que han editado, para sus fans. También habría que explicar el estudio de grabación que ha montado Los Planetas en Granada, y el sello discográfico que han creado (El ejército rojo), para potenciar a grupos noveles, demostrando su pasión por la música en su sentido más amplio y de base, en su esencia.
También sería interesante analizar lo que piensan determinados músicos, críticos o artistas sobre Los Planetas y la importancia que les conceden, y reflejar todas las letras de las canciones, ya que muchas de ellas no se entienden bien en una primera escucha al quedar solapada la voz por la intensidad de las guitarras. Un posible esquema a seguir sería el siguiente:
1. Biografía y Obra.
1.1. Super 8 (1994).
1.2. Pop (1996).
1.3. Una semana en el motor de un autobús (1998).
1.4. Unidad de desplazamiento (2000).
1.5. Encuentro con entidades (2002).
1.6. Contra la ley de la gravedad (2004).
1.7. La leyenda del espacio (2007).
2. . Aparición, repercusión y originalidad.
2.1. ¿ Los Planetas, un grupo “indie”?
2.1.1. Música “indie”.
2.1.1.1 Definición.
2.1.1.2 Historia.
2.2. Importancia de Los Planetas en el pop independiente español.
2.2.1. Letras en castellano.
2.2.2. La relación con las drogas.
2.2.3. Influencias
2.2.4. Actitud rebelde y relación con los medios.
2.2.5. Los planetas en concierto.
3. Universo planetario.
3.1. Importancia de Javier Aramburu en la imagen del grupo.
3.2. Singles y recopilaciones.
3.3. El refugio Antiaéreo (estudio de grabación de Los Planetas).
3.4. El Ejército Rojo (sello discográfico para potenciar nuevas bandas).
4. Los Planetas desde dentro.
4.1. Entrevista a los miembros del grupo.
4.2. Los Planetas según los críticos y otras bandas.
BIBLIOGRAFÍA.
Los Planetas. La verdadera historia. Jesús Llorente. Barcelona. Ediciones RDL/Rockdelux, SL. 1999.
ROCKDELUX. Especial 20 Aniversario. Ediciones Rockdelux. Barcelona.2004.
El Pop después del fin del Pop. Pablo Gil. Barcelona. Ediciones RDL/Rockdelux. 2004.
ESPECIAL 200. Ediciones RDL/Rockdelux. Barcelona. 2004.
Música y drogas. Ed. Cañamo. Barcelona. 2004.
De viaje por el pop independiente. Javier Blázquez y Juan Manuel Freire. Reservoir Books. Ed. Mondadori. Barcelona. 2004.
Hacia una estética musical. Pierre Boulez. Monte Ávila Editores. Caracas. 1999.
“La industria de la música popular”. Frith, Shaw, Street. La otra historia del rock. Barcelona. Manontroppo. 2006.
REVISTAS.
ROCKDELUX 112. Barcelona. Octubre, 1994.
ROCKDELUX 163. Barcelona. Mayo, 1999.
ROLLING STONE. Madrid. Noviembre, 2006.
EN DESORDEN 1. Fanzine monográfico de Los Planetas. Barcelona. Octubre, 1998.
EN DESORDEN 2. Fanzine monográfico de Los Planetas. Barcelona. Octubre, 1999.
EN DESORDEN 3. Fanzine monográfico de Los Planetas. Barcelona. Octubre, 2000.
MONDOSONORO 110. Barcelona, 2004.
jueves, 2 de octubre de 2008
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